La cadena iraquí de televisión Aletejah TV informó que varios cohetes de origen desconocido impactaron las posiciones militares de Estados Unidos cerca del campo gasífero Koniko, situado al este de la ciudad de Deir Ezzor, lo que ha dejado varios soldados estadounidenses gravemente heridos.
El diario sirio Al-Watan confirmó la ofensiva y añadió que los soldados estadounidenses y sus afiliados de las llamadas Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) se pusieron en alerta máxima después del ataque, y realizaron patrullajes y sobrevolaron la zona durante unas horas.
Los medios de comunicación locales consideran esa base como el mayor centro militar, en el que opera el país norteamericano en el suelo sirio.
Esta base estadounidense ya había sido atacada en otras ocasiones con misiles y cohetes, y se considera el principal centro que alberga a las fuerzas de EE.UU. que están involucrados en el saqueo de los recursos naturales del país levantino.
Estados Unidos tiene desplegadas sus fuerzas en más de una decena de bases militares, especialmente en las zonas ricas en petróleo, como en las provincias de Al-Hasaka (noreste), Deir Ezzor (este) y Al-Raqa (norte).
A pesar del rotundo rechazo del Gobierno de Damasco a la ilegal presencia de EE.UU. en Siria, Washington ha estado reforzando su presencia militar en el este y el noreste del país árabe bajo el pretexto de “proteger” las zonas petroleras de los grupos terroristas, pero, en realidad, lo que busca es expoliar los recursos naturales, tal como han denunciado las autoridades sirias.
Además, el Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, ya ha avisado a Washington de que, una vez erradicados los terroristas de su último feudo en el país —la provincia noroccidental de Idlib—, el Ejército sirio se dedicará a expulsar a todas las fuerzas ocupantes, incluidas las estadounidenses.
Publicar un comentario