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Una investigación arqueológica halló un barrio diplomático teotihuacano en tikal

(25/04/21 - Arqueología)-.Gracias a la tecnología LIDAR, los arqueólogos han descubierto en la ciudad maya de Tikal una estructura desconocida que, una vez excavada, resultó ser un espacio constructivo muy parecido a la ciudadela de Teotihuacán, en el valle de México, pero de dimensiones más reducidas.

¿tuvo la gran ciudad maya de Tikal, en la guatemalteca selva del Petén, una conexión con Teotihuacán, la gran metrópoli del valle de México, que acabó rompiéndose de un modo brutal? Eso parece desprenderse del reciente hallazgo en Tikal de una ciudadela erigida en estilo teotihuacano que al parecer fue construida casi 80 años antes de que Teotihuacán conquistase Tikal en el año 378 d.C.

El 16 de enero de 378 d.C., la historia de Tikal iba a cambiar para siempre. Ese día, llegaron unos extranjeros a la ciudad y murió el rey de Tikal, Gran Garra de Jaguar. Poco después, el hijo del rey conquistador, Búho Lanzadardos (Átlatl Cauac), llamado Nariz de Rizo (Yax Nuun Ayiin), se convertiría en el nuevo gobernante de Tikal. Un monumento de piedra erigido en Tikal conmemora la llegada de un poderoso líder militar conocido como Nacido del Fuego (Sihyaj K'ahk') en 378 d.C. Muchos arqueólogos piensan que estos invasores vinieron de Teotihuacán, una ciudad situada a más de mil kilómetros de distancia y famosa por sus imponentes pirámides, como las del Sol y de la Luna, y su amplia avenida central, conocida como Avenida de los Muertos.

Lo que ha revelado el LIDAR


El nuevo descubrimiento realizado en Tikal (y que se publica en Science) parece sugerir que Teotihuacán pudo haber tenido un puesto de avanzada en la ciudad maya mucho antes de que la acabara conquistando. Eso refuerza la idea de que el imperio de Teotihuacán fue fruto de una alianza que se rompió y podría arrojar nueva luz sobre el momento crucial en el que ambos aliados se convirtieron en enemigos. El hallazgo es "fascinante", según la arqueóloga Claudia García-Des Lauriers, de la Universidad Politécnica del Estado de California, en Pomona, que no ha participado en el estudio. La investigadora plantea que las primeras conexiones entre estas dos grandes y poderosas ciudades "fueron relativamente diplomáticas y amistosas. Hasta que, de repente, algo salió mal".

El nuevo descubrimiento realizado en Tikal parece sugerir que Teotihuacán pudo haber tenido un puesto de avanzada en la ciudad maya mucho antes de que la acabara conquistando.

El hallazgo se ha producido gracias a un amplio reconocimiento de la región de Tikal que tuvo lugar en 2018 con LIDAR, una técnica que utiliza láseres emitidos desde aviones para mapear con alta precisión edificios antiguos ocultos bajo los bosques o la selva. En la parte sur de Tikal, donde los mapas indicaban que había una simple colina, el LIDAR reveló la existencia de un gran patio cerrado, bordeado de edificios más pequeños, con una pirámide que se alzaba en su lado este y que formaba parte de un barrio antiguo. Cuando los arqueólogos examinaron estas nuevas imágenes notaron que el diseño de este espacio se parecía, en una versión bastante más reducida, a la ciudadela de Teotihuacán, donde se alza la Pirámide de la Serpiente Emplumada, un grandioso edificio que consta de seis niveles.

¿Teotihuacanos viviendo en Tical?

Para comprobar si la ciudadela descubierta en Tikal tenía relación con Teotihuacán, Edwin Román Ramírez, arqueólogo de la Fundación para el Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM), comenzó una excavación en el lugar. Durante los trabajos en la ciudadela y en otros dos edificios cercanos, Román Ramírez y su equipo exhumaron armas de estilo teotihuacano (algunas de obsidiana verde procedente del centro de México), fragmentos de incensarios utilizados en ceremonias religiosas y políticas de Teotihuacán, tallas del dios de la lluvia de esta ciudad mexicana, e incluso un entierro con ofrendas de estilo teotihuacano. Los tipos de cerámica que se han hallado en el edificio sugieren que la ciudadela de Tikal se construyó por primera vez alrededor del año 300 d.C., casi ochenta años antes de que Teotihuacán supuestamente invadiera Tikal. Eso sugiere una relación amistosa que luego, por algún motivo, se rompió.

Román Ramírez y su equipo exhumaron armas de estilo teotihuacano, fragmentos de incensarios usados en ceremonias de Teotihuacán, tallas del dios de la lluvia de esta ciudad, e incluso un entierro con ofrendas de estilo teotihuacano.

"No podemos decir con certeza que las personas que construyeron estos edificios procediesen de Teotihuacán. Pero ciertamente eran gentes que estaban muy familiarizadas con su cultura y tradiciones", explica Román Ramírez (incluso adoraban al dios de la lluvia de tan lejana ciudad). Para obtener más pistas sobre los orígenes de estos individuos, los investigadores tienen previsto llevar a cabo un estudio isotópico de los huesos localizados en el enterramiento que se ha descubierto en el área, una técnica que puede revelar dónde ha vivido una persona en diferentes momentos de su vida. "Sabíamos que los teotihuacanos tenían al menos algún tipo de presencia e influencia en Tikal y las áreas mayas cercanas antes del año 378 d.C., pero no estaba claro si los mayas solo estaban emulando aspectos del reino más poderoso de la región. Ahora existen evidencias de que la relación fue mucho más que eso", continúa el arqueólogo. Por su parte, Bárbara Arroyo, arqueóloga de la Universidad Francisco Marroquín, en Guatemala, está entusiasmada con el descubrimiento. Pero cree que tras solo una temporada de excavación "es demasiado pronto para confirmar con seguridad" que la ciudadela de Tikal pretendiera emular a la de Teotihuacán.

Aún así, el hallazgo no deja de ser muy parecido al reciente descubrimiento de un complejo maya de élite descubierto en el corazón de Teotihuacán en 2020. Las paredes de este espacio estaban decoradas con espléndidos y coloridos murales de estilo maya, lo que llevó a los arqueólogos a preguntarse si no habrían vivido allí nobles o diplomáticos procedentes de alguna importante ciudad maya. Pero en algún momento, los murales que decoraron el lugar fueron rotos en pedazos y se enterraron profundamente. Ello ocurrió justo en el mismo período en que tuvo lugar la pretendida conquista de Tikal por parte de Teotihuacán, en el año 378 d.C., lo que sugiere un cambio repentino de la diplomacia a la confrontación entre ambas potencias.

Este hallazgo no deja de ser muy parecido al reciente descubrimiento de un complejo maya de élite descubierto en el corazón de Teotihuacán en 2020, cuyas paredes estaban decoradas con espléndidos y coloridos murales de estilo maya.

Asimismo, Román Ramírez ha comprobado que varias décadas después de la primera construcción de la ciudadela de Tikal, esta fue repentinamente remodelada con tierra compactada y estuco, una técnica arquitectónica muy empleada en Teotihuacán. 

"El cambio abrupto que vemos en nuestras excavaciones también podría reflejarse en Tikal", comenta Nawa Sugiyama, arqueólogo de la Universidad de California Riverside, cuyo equipo descubrió los murales mayas en Teotihuacán. Entonces ¿qué ocurrió para que Teotihuacán acabará conquistando a su antiguo aliado Tikal? ¿Tal vez algún tipo de choque cultural? Ese es un misterio que aún debe ser resuelto por los arqueólogos.

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