Veinticinco miembros de la Eurocámara de los grupos socialdemócrata, de los Verdes y de la Izquierda escribieron el martes una carta al alto representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en la que defienden al embajador español Alberto Navarro por la carta abierta que dirigió al presidente estadounidense, Joe Biden.
En su misiva, que lleva la firma de unas 790 figuras, Navarro solicita al mandatario de Estados Unidos, entre otros asuntos, “el levantamiento del embargo estadounidense a la isla […] así como la no injerencia en los asuntos cubanos”.
En un orden de hechos, primero, un grupo de eurodiputados populares, liberales y conservadores exigió la semana pasada la destitución de Navarro y Borrell. Luego, el jefe de la Diplomacia europea convocó el viernes a Navarro para que dé explicaciones por la polémica carta.
Más tarde, otro grupo de miembros del Parlamento Europeo emitió una nota en la que subrayan su “respaldo a la posición del embajador Navarro de apoyar el cese de las sanciones y rechazamos la demanda de nuestros colegas parlamentarios de que sea sustituido”.
Conforme a los eurodiputados, la petición de Navarro sobre el fin del bloqueo a Cuba está “alineada con una posición que la Unión Europea ha ido avanzando estos últimos años”. Al respecto, recuerdan a Borrell que su predecesora en el cargo, Federica Mogherini, había calificado en 2018 de “obsoleto e ilegal” el bloqueo de Washington hacia Cuba, haciendo notar que “empeoraba la calidad de vida de las personas en la isla”.
Además, los legisladores ponen de relieve que la UE ha mantenido esta misma posición en las votaciones anuales en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde cada año se solicita de manera mayoritaria el “fin del bloqueo económico”, “comercial” y “financiero” que constituye una violación de los derechos humanos del pueblo cubano. Sin embargo, “generalmente los únicos votos en contra son los de Estados Unidos e Israel”, han añadido.
El 3 de febrero, el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la isla por EE.UU. cumplió 59 años. La medida punitiva fue impuesta contra La Habana tras la victoria de la Revolución cubana en 1959, que constituyó un severo golpe a la indiscutida hegemonía del país norteamericano en Latinoamérica.
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