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Descubrieron un astrolabio del siglo XVI perfectamente conservado en la ría de Viveiro

(11/09/21 - Arqueología)-.Durante la nueva campaña de excavaciones arqueológicas que se ha iniciado el 30 de agosto bajo las aguas de la ría de Viveiro, en Lugo, los arqueólogos han localizado este instrumento de navegación que, por sus características, es único en el mundo.

un equipo de arqueólogos del Equipo de Patrimonio Sumergido para el Norte (EPASUNO) de la Federacion Española de Actividades Subacuáticas (FEDAS) que desde 2018 excava en el fondo de la ría de Viveiro, en la provincia de Lugo, ha realizado durante la nueva campaña de excavaciones (que dio comienzo el pasado 30 de enero y que probablemente se extenderá hasta el 20 de diciembre), y en el contexto del llamado proyecto "Eterna", un espectacular e inesperado descubrimiento: un astrolabio (instrumento para la navegación usado entre los siglos XVI y XVII para orientarse tomando como referencia la posición de las estrellas) perfectamente conservado que ha sido datado entre los años 1575 y 1622. El hallazgo es de suma importancia puesto que es el primero de su tipo que se descubre en Galicia y el 108 que se ha hallado en todo el mundo.

El astrolabio que ha aparecido en la ría de Viveiro presenta una base de ballesta cóncava, es de bronce, mide 21 centímetros de circunferencia y pesa 4,92 kilos. Según Antón López, director del proyecto de excavación, este artefacto "es único en el mundo", ya que ninguno de los otros 107 documentados combina el anillo (la base) trilobulado (para que quien lo usara pudiese introducir tres dedos) con la alidada (las agujas que giraban sobre la base circular y que permitían ubicarse alineándolas con el Sol o con una estrella conocida) en forma de arpón. Además, según el investigador, está entre los diez astrolabios mejor conservados del planeta.

La pieza fue localizada al inicio de los trabajos, concretamente durante la primera inmersión que tuvo lugar el 31 de agosto, en el fondo de la ría, en el yacimiento que los arqueólogos han bautizado como Viveiro I (los investigadores creen que en el lugar podría yacer un pecio aún no localizado, hipótesis a la que ha contribuido el descubrimiento casual de dos cañones datados en el siglo XVII que en 2012 llevaron a cabo unos submarinistas). El astrolabio estaba casi completamente cubierto por la arena (solo la aguja sobresalía del fondo) debido a las corrientes marinas que recorren la zona. Gracias a ello pudo ser localizado.

Tras su extracción, el astrolabio ha sido trasladado al área de gestión del patrimonio arqueológico húmedo que el equipo ha establecido junto a la ría para evitar el deterioro de las piezas que han estado sumergidas durante siglos. Poner una fecha exacta a este objeto permitirá a los arqueólogos intentar concretar algo más la datación del barco al que probablemente perteneció (y que aún es desconocido), y confían en que la restauración del artefacto ofrezca, asimismo, más pistas sobre este esquivo navío si se localiza en su superficie la marca del fabricante y la fecha de fabricación, como era lo usual. 

Según apunta Antón López, "no sabemos a día de hoy el nombre del barco, ni siquiera si el material que hemos hallado pertenece a un solo pecio o a más de uno". De hecho, los investigadores tampoco están seguros de que se trate de un pecio, ya que hasta la fecha no se ha localizado en el emplazamiento ninguna estructura de madera. "Vamos a levantar la arena con una succionadora para confirmar si debajo hay un pecio o sólo es un cúmulo de materiales", ha declarado López.

La datación del objeto permitirá a los arqueólogos intentar datar con más precisión el barco al que perteneció (aun desconocido) y confían en que su restauración ofrezca, asimismo, más pistas sobre este esquivo navío.

A pesar de ello, el lugar está proporcionando una gran cantidad de materiales. Por ejemplo, en la campaña en curso, además del astrolabio, sin duda la pieza más importante (y que será trasladado de modo provisional al Museo do Mar de Vigo), también se han descubierto un falconete (una pieza de artillería ligera) y varios tubos de cañón.

El yacimiento arqueológico de la ría de Viveiro es uno de los más importantes de la Península en cuanto a restos sumergidos se refiere. Bajo sus aguas yacen los restos de dos navíos del siglo XVIII, la fragata de guerra Santa María Magdalena, hundida a siete metros de profundidad, y el bergantín Palomo. Ambos barcos, cuya misión era defender la costa cantábrica contra los ataques franceses, naufragaron aquí en 1810 víctimas de un violento temporal. Murieron unas 800 personas. 

Durante la campaña de excavaciones en curso, que, según Antón López, es "la más larga y con mayor despliegue de medios de las llevadas a cabo hasta el momento", se sondeará el entorno del Santa María Magdalena (cuya estructura se localizó en 2018) y se estudiará asimismo su diseño y construcción. También se llevarán a cabo unas jornadas de puertas abiertas con visitas guiadas al pecio y se mostrará al público el modo en que los expertos tratan los materiales extraídos del fondo marino para su preservación.

Por Carmen García Cortés

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