A lo largo de la historia, y en diferentes civilizaciones, los animales han sido objeto de regalo diplomático. Sin ir más lejos, tenemos el ejemplo moderno de dos osos panda gigantes, Chang-Chang y Shao Shao, que el Gobierno chino ofreció como regalo a los reyes de España en 1978. Ambos se convirtieron, así, en los primeros de su especie en nuestro país, y el zoo de Madrid fue el sexto parque zoológico en el mundo que poseía una pareja de estos animales. Pero esta singular forma de afianzar relaciones diplomáticas entre dos pueblos no es algo actual, sino que viene de muy lejos.
En un estudio que acaba de ser publicado en la revista PNAS, firmado, entre otros, por Nawa Sugiyama, arqueóloga antropológica de la Universidad de California en Riverside (UC Riverside), se analiza el descubrimiento de los restos óseos de un mono araña hembra que el equipo investigador ha localizado en el Complejo Plaza de de Columnas en el sitio arqueológico de Teotihuacán, en el valle de México. Según se desprende de los resultados del estudio, este animal muy posiblemente fue un regalo, lo que vendría a confirmar la teoría de que hubo un intercambio diplomático entre los teotihuacanos y los mayas.
Conexiones con los mayas
Este mono araña es la evidencia más temprana de cautiverio de primates, de translocación (cambio de localización) y de diplomacia basada en los regalos entre la poderosa Teotihuacán y las ciudades del mundo maya. El hallazgo ha permitido a los investigadores reunir evidencias de que ambas civilizaciones mantuvieron relaciones diplomáticas de alto nivel, lo que echaría por tierra la teoría hasta ahora imperante de que la presencia maya en Teotihuacán estaba restringida tan solo a los inmigrantes. "Teotihuacán atrajo a gente de todas partes, era un lugar donde la gente venía a intercambiar bienes, propiedades e ideas. Era un lugar de innovación", explica convencida Sugiyama.
Este hallazgo echaría por tierra la teoría hasta ahora imperante de que la presencia maya en Teotihuacán estaba restringida a los inmigrantes.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores han aplicado un enfoque arqueométrico (que se basa en el empleo de métodos físicos o químicos aplicados a los estudios arqueológicos) de múltiples disciplinas (zooarqueología, análisis de isótopos, de ADN antiguo, paleobotánica y datación por radiocarbono) para lograr desentrañar la historia de este mono araña. "Encontrar al mono araña nos ha permitido descubrir conexiones reasignadas entre Teotihuacán y los líderes mayas. El mono araña dio vida a este espacio dinámico, representado en el arte mural. Es emocionante reconstruir esta historia viva", afirma Sugiyama.
Los principios de la diplomacia
Los restos óseos del pequeño primate se encontraron junto a los de un águila real, otras aves, un cráneo de puma y varias serpientes de cascabel, y junto a ellos se habían dispuesto unas figurillas de jade verde, abundantes utensilios fabricados con concha/caracol y lujosos objetos de obsidiana, como navajas y puntas de proyectiles.
Los resultados del análisis practicado a dos de sus dientes, el canino superior y el inferior, indican que el mono araña habría sido alimentado con maíz y chiles, y que tendría unos tres años en el momento de su captura y entre cinco y ocho años cuando fue ofrecido en sacrificio ritual; al parecer fue enterrado vivo, con las manos y los pies atados, entre los años 250 d.C. y 300 d.C.
Los resultados del análisis de dos de sus dientes indican que el mono araña habría sido alimentado con maíz y chiles.
Pero ¿cómo saber si se trataba realmente de un obsequio o si fue un intercambio comercial? Según cuenta la arqueóloga, "por la cantidad de vestigios y objetos culturales mayas y el contexto en el que se encontraron llegamos a la conclusión de que se trataba de un obsequio".
Y es que, de hecho, según explican los investigadores en su estudio, "este hallazgo nos ayuda a comprender mejor los principios de la diplomacia, a entender cómo se desarrolló el urbanismo... y cómo fracasó. Teotihuacán fue un sistema exitoso durante más de 500 años. Si logramos entender la resiliencia pasada, sus fortalezas y sus debilidades son relevantes para la sociedad actual. Existen muchas similitudes entre entonces y ahora. Se pueden ver y modelar lecciones de sociedades pasadas; nos brindan pistas a medida que avanzamos", concluye Sugiyama.
Publicar un comentario