La ceremonia estaba programada para realizarse el viernes en la plaza “Isis Obded Murillo”, cerca del aeropuerto de la capital, cuyos vuelos fueron suspendidos por posibles disturbios, pero el despliegue de 400 agentes militares pertrechados con fusiles en el lugar evitó la concentración de los asistentes. El homenaje fue organizado en el marco de la 10.ª conmemoración del mencionado golpe de Estado.
El 28 de junio del 2009, la clase política de la derecha y los militares para frenar el proceso revolucionario del pueblo hondureño, derrocaron al entonces presidente José Manuel Zelaya Rosales, luego de que este promoviera una consulta popular sobre la posibilidad de convocar a una asamblea constituyente.
Un diputado del izquierdista partido Liberad y Refundación (Libre), Juan Barahona, dijo a la prensa que el evento fue suspendido por la poca asistencia de manifestantes debido a la fuerte presencia militar en la zona. “Esta es una dictadura que demuestra su debilidad frente a las manifestaciones del pueblo”, criticó.
Cada año, simpatizantes de Zelaya, que lidera la oposición de Honduras contra el Gobierno de Juan Orlando Hernández, conmemoran la acción golpista programando manifestaciones. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH) expresó el jueves su preocupación por la presencia de militares durante las protestas de este año.
El organismo denunció la decisión del Gobierno de utilizar a las fuerzas militares y los servicios de Inteligencia en tareas de orden público.
Zelaya, por su parte, criticó que después de diez años todavía el pueblo está en las calles y que la situación en el país se ha empeorado. “Desde 2009, Estados Unidos está apoyando aquí a un gobierno (...) militarizado que reprime la protesta”, se quejó.
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