El brutal atentado ocurrido el viernes por la tarde en Indelimane, en la región de Ménaka, provocó también daños materiales significativos, según han confirmado las autoridades gubernamentales.
Los terroristas, equipados con armas pesadas, tomaron el control del cuartel por varias horas, hasta que llegaron refuerzos gubernamentales y lograron hacerse con la situación.
De momento, ningún grupo ha asumido la autoría del ataque que dejó también once heridos.
En los últimos años, Malí es escenario de ataques de grupos terroristas que de vez en cuando muestran músculo al Ejército del país ocupando bases militares durante varias horas.
Entre marzo y abril de 2012, la parte norteña del país africano, donde se encuentran desplegadas las fuerzas militares de Francia, estuvo bajo el control de grupos vinculados a la banda terrorista Al-Qaeda.
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