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Numerosos documentos prueban que Nisman era consciente de la falsedad de su denuncia contra Cristina por la Causa AMIA

(23/02/21 - Law Fare)-.La denuncia del suicidado fiscal Alberto Nisman (fotos junto a costosas acompañantes), que podría considerarse como el inicio del Law Fare macrista contra el kirchnerismo, cuando Cristina Fernández aún era Presidenta, carecía de todo sustento legal.

En primer lugar se adujo que había encubrimiento para venderle producción agrícola a Irán, algo absurdo tomando en cuenta que el gobierno no es productor, pero ahora se complica más al hacerse públicos documentos que tiran por tierra la posibilidad de que Nisman pudiera creer lo que denunciaba.

¿Qué hubo detrás de esa falsa denuncia? ¿Quiénes la patrocinaron? ¿Tuvieron algo que ver en su suicidio la veintena de llamados de las abanderadas de denuncias PRO en las veinticuatro horas anteriores a su drástica decisión? Son preguntas que probablemente nunca tendrán respuestas.

Documentando la Mentira

Documentación oficial de Cancillería prueba que en 2014 Corea del Sur quería invitar a un funcionario iraní que tenía una alerta roja de Interpol por la causa AMIA. Ante este hecho la nación asiática consultó a la Argentina y la respuesta fue que si ocurría, se pediría la extradición y detención. 

Esto fue informado a Alberto Nisman, no obstante ello denunció en 2015 que el memorándum de 2013 era para levantar las alarmas, cosa que incluso desde Interpol desmintieron.

Los numerosos documentos que ahora salen a la luz demuestran de manera indiscutible el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, con Héctor Timerman como canciller, siempre hizo lo que correspondía por ley y mantuvo inamovibles las órdenes de captura con alertas rojas de Interpol libradas contra los sospechosos iraníes de haber perpetrado el atentado contra la AMIA, cosa de la que fue informado el fallecido fiscal Alberto Nisman pero que no frenó su injustificada denuncia/operación de 2015 acerca de que se intentó un encubrimiento con el Memorandum con Irán. 

Los documentos de Cancillería que fueron reveladps por Télam y Página 12, son una respuesta de 2014 a una consulta de Corea del Sur que refleja que la Argentina no dejó de perseguir a los imputados iraníes acusados por la voladura de la AMIA, aun cuando un año antes había suscripto el Memorándum de Entendimiento con Irán para esclarecer la masacre. 

En ellos queda claramente expresado que el 22 de abril de 2014 el número dos de la embajada de Corea, consejero Joyoung Jeon, visitó la Cancillería de la Argentina y fue recibido por quien fuera representante especial para Asuntos de Terrorismo, Fernando Lerena. La reunión está consignada en un documento que tiene el título de Confidencial.

En el mismo se señala que Jeon les manifestó que “ante la mejora de las relaciones bilaterales entre Estados Unidos e Irán, la República de Corea quiere dar un paso adelante, mejorando sus propias relaciones con Irán". Y sigue: "Entre las iniciativas que se están evaluando se encuentra la invitación al funcionario iraní Mohsen Rezai, futuro candidato presidencial en Irán. Rezai es motivo de una alerta roja de Interpol solicitado en el marco de la causa AMIA. Ante esa situación, preocupa a Corea cuál podría ser la reacción argentina, teniendo en cuenta la vigencia del tratado de extradición firmado en 2.000”.

Documento 1 de Cancillería
Concretamente, Corea del Sur, un año después de que se firmara el memorandum de entendimiento con Irán, consultó a la Argentina  respecto de una posible invitación a Mohsen Rezai, ex comandante de los Guardias Revolucionarios incluido en las alertas rojas por la causa en la que se investigaba el atentado a la AMIA, bajo el interés de saber si Buenos Aires activaría dichas alarmas (Ver DOc 1).

La respuesta firmada por el vicecanciller Eduardo Zuaín (actual embajador argentino ante la Federación Rusa), con fecha 25 de abril de 2014, le advierte a Corea que si Rezai va a ese país, la Argentina pedirá la extradición y, por lo tanto, que se lo detenga.

"Deseo manifestarle que, de concretarse la invitación y visita del funcionario mencionado y/o de cualquier otra persona que se encuentre en la misma situación, nuestro país solicitará la inmediata aplicación del tratado de extradición firmado entre la República Argentina y la República de Corea y que entró en vigor el 9 de noviembre del año 2000", dice la respuesta de Zuain fechada en Buenos Aires el 25 de abril de 2014. 

Los documentos prueban además que no sólo las alertas rojas de Interpol seguían activas, sino que también que el Gobierno de CFK las hacía valer y respetar.

Luego de responder al pedido de Corea del Sur, Cancillería notificó la situación al Juzgado Federal Nº 6, entonces a cargo de Rodolfo Canicoba Corral. También se anticipó que "en caso de recibirse cualquier otra información sobre el tema" iba a ser puesta "en conocimiento" de ese juzgado "a la brevedad".

No obstante, el Gobierno no solo tomó estás medidas en aquel entonces: el tanteo de Corea no sólo fue informado a Canicoba Corral sino también al fiscal Alberto Nisman que, a sabiendas de eso un año más tarde denunció a Cristina y a Héctor Timerman. Todo pese a que sabía que el gobierno seguía aplicando a rajatabla los órdenes de captura con alertas rojas de interpol contra los sospechosos iraníes. 






El ex fiscal Nisman se notificó de la advertencia a Corea (Documento 3) y al mismo tiempo le avisó a Interpol de que el país asiático podría invitar a Rezai. Tras la publicación de los nuevos documentos, Javier Timerman, hermano del fallecido canciller, le reclamó a la DAIA que levante la acusación y que se cierre la causa.

Además consta en el expediente que también Nisman se notificó de la advertencia a Corea y quien lo reemplazó durante uno de sus tantos viajes, Alberto Gentili, firmó el recibido de la notificación. También está la firma del secretario del fiscal Víctor Llanos Habringer.

Estos documentos prueban que Nisman sabía que el gobierno seguía aplicando las alertas rojas, ya que su secretario firmó el 12 de mayo de 2014 una nota dirigida a Interpol advirtiéndole que Corea había tanteado a la Argentina a raíz de una posible visita de Rezai a Seúl. La nota está firmada por Llanos Habringer, hombre de confianza de Nisman.

En aquel momento, además, figuraba en la página de Interpol la siguiente leyenda: “La Secretaría General de Interpol fue informada respecto de que el 27 de enero de 2013 se firmó un acuerdo entre Argentina e Irán, respecto del atentado de 1994, relacionado con la presente notificación de las órdenes de captura, con el fin de resolver la cuestión por la vía diplomática. El status de la presente notificación de las capturas permanece inalterado, según lo decidido por la Asamblea General". O sea que Nisman consintió sin problemas que existiera esa leyenda que, como señala el texto, no cambiaba las órdenes de captura. Luego, esa leyenda fue usada para sostener la acusación de que las órdenes de captura se habían “alivianado” con el Memorandum.

Finalmente. el último documento que derrumba la acusación por el Memorandum es un informe desde Interpol de Seúl que dice que Rezai no entró a Corea, lo que demuestra que el rastro del supuesto sospechoso iraní se siguió hasta en el país asiático.

Es importante recordar a los acusados del ataque terrorista a la AMIA sobre quienes pesan las circulares rojas son Mohsen Rabbani (ex agregado cultural de la embajada de Irán en Buenos Aires), Ali Fallahijan (ex ministro de Inteligencia), Mohsen Rezai (comandante de la Guardia Revolucionaria iraní), Ahmad Reza Asghari (tercer secretario de la embajada en Buenos Aires) y Ahmad Vahidi (ex ministro de Defensa iraní). 

El ataque terrorista contra la mutual judía se perpetró en 1994 y causó 85 muertes. Fue durante años producto de manipulación, ocultaciones y cortinas de humo para distraer la atención sobre los verdaderos responsables y sus cómplices locales. 

El gobierno de Néstor Kirchner nombró a Alberto Nisman al frente de la causa y dotó a la fiscalía de un importante monto de dinero para gastos de investigación. El gobierno de Cristina Fernández, viendo la carencia de avances de la causa intentó llegar a un acuerdo con Irán para que los acusados declararan. Esta iniciativa fue girada al Congreso que la aprobó, siguiendo todos los requisitos institucionales del caso. 

La Causa AMIA es uno de los hechos más dolorosos de la historia reciente argentina y el LAW FARE aplicado a Cristina Fernández en esta causa, en base a mentiras y manipulación de la verdad es uno de los hechos más vergonzosos de la justicia argentina

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