La Masacre de Pasco, un asesinato macabro de la Triple A, se desarrolló el 21 de marzo de 1975. Fue uno de los crímenes siniestros que dio comienzo al Terrorismo de Estado en la Argentina.
Se ejecutó al poco tiempo de la destitución por Eduardo Duhalde, al intendente Pedro Turner, de la Juventud Peronista, en Lomas de Zamora.
Los secuestraron a metros de Pasco, sobre la avenida Donato Álvarez,en San José, Temperley. Los trasladaron a un descampado de Mármol en un colectivo, donde los hicieron descender, los fusilaron y después dinamitaron los cadáveres para evitar su identificación.
El odio gorila pretende volver a instalar el terrorismo de mercado y boicotear todos los pasos de avance en la búsqueda del bienestar del pueblo.
Unidos y Vacunados
Han sido derrotados. El fracaso de todos sus planteos negadores de la pandemia, de la necesidad de la cuarentena, de la necesidad de vacunarse, de la eficacia de las vacunas, ha sido derrotado por la realidad, el acompañamiento del pueblo y la firme determinación del gobierno de Alberto, Cristina y Kicillof, de cuidar la vida y avanzar con la vacunación que nos permita salir y superar esta pandemia mundial.
El macrismo agita la violencia y la muerte, como lo hace en Caba con la bolsas negras simulando cadáveres, como lo está haciendo ahora en Formosa, con operaciones destituyentes del mismo tenor de la que la derecha desarrolla en Venezuela, en Nicaragua, en Bolivia, y en todos los territorios donde los pueblos y los gobiernos avanzan por caminos de liberación.
La mejor respuesta a estas provocaciones y ataques violentos y cobardes, es avanzar con nuestro proyecto.
Avanzar con la unidad, avanzar con la organización, avanzar con la vacunación y redoblar todos los esfuerzos necesarios para volver a derrotarlos en las urnas en agosto y en octubre.
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