El mandatario ha publicado hoy martes en su cuenta de Twitter un artículo con nuevas pruebas sobre los intentos de operadores de Estados Unidos para atentar contra la seguridad y la estabilidad del mayor de las Antillas.
En este sentido, ha subrayado también el testimonio de un agente de la Seguridad del Estado, llamado Carlos Leonardo Vázquez, quien hizo público los propósitos subversivos de los promotores de una marcha antigubernamental en la isla.
“La verdad siempre suena más fuerte en la voz de los hombres dignos”, ha sostenido luego de que el sitio informativo Razones de Cuba difundiera un material especial que abarca el testimonio de Vázquez sobre nuevas acciones que pretendían desestabilizar el país caribeño.
Vázquez, que según los medios locales fue durante 25 años el agente “Fernando” de los Órganos de la Seguridad del Estado, revela los vínculos entre organizaciones terroristas y sus representantes asentados en Estados Unidos con los organizadores de la denominada “Marcha por el cambio”.
El agente, junto con el líder de la plataforma Archipiélago, Yunior García Aguilera, participó en un taller de formación que la universidad estadounidense de Saint Louis programó en 2019 sobre “el papel de las fuerzas armadas en un proceso de transición”.
Richard Youngs, experto en protestas públicas como método de cambio, político y social, presentó en el taller mencionado las nuevas formas de activismo cívico en busca de la instauración de un capitalismo fundamentalista y privatizador, precisa la nota.
“Yunior está buscando la confrontación con las fuerzas armadas, con el Ministerio del Interior. Está convocando a una marcha que dice él que es pacífica, pero él sabe que no lo es”, afirma Vázquez.
La plataforma Archipiélago es promotora de una manifestación opositora programado para el 15 de noviembre y ha anunciado que mantiene su convocatoria a pesar de no contar con el beneplácito de las autoridades de la isla.
La Cancillería cubana aseveró el miércoles que la Administración estadounidense, presidida por Joe Biden, se ha implicado “directamente” en la “promoción” de futuras movilizaciones, a pesar de que su embajada en la isla “no cumple desde hace años oficio diplomático alguno” y sus funcionarios ejercen “de niñeros de los exponentes contrarrevolucionarios y provocadores”.
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