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Cinco, ocho y diez años de prisión a los apropiadores de la hija de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete

(09/12/21 - Lesa Humanidad)-.El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de Mendoza, integrado por los jueces Alejandro Piña y Alberto Daniel Carelli y por la jueza María Paula Marisi, condenó al ex oficial de inteligencia de la Policía provincial (D-2) Armando Osvaldo Fernández Miranda a 10 años de prisión por considerarlo coautor de retención y ocultamiento de una persona menor de diez años, con la alteración del estado civil de una menor de diez años y por hacer insertar datos falsos en documento público destinado a acreditar la identidad de las personas. 

Su esposa, Iris Yolanda Luffi, fue considerada coautora de los mismos delitos, y recibió una pena de cinco años de prisión. Abelardo Garay, también integrante del D2, fue condenado a ocho años de prisión como partícipe necesario de retención y ocultamiento, y como coautor de los delitos de alteración del estado civil de una menor de edad y por hacer insertar datos falsos en documento público. Las condenas fueron inferiores a las solicitadas por la fiscalía y la querella de Abuelas de Plaza de Mayo.

En su fallo, el tribunal declaró a los hechos investigados en el juicio como delitos de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptibles. También hizo lugar a la solicitud formulada por la fiscalía para que Moyano fuera considerada víctima de violencia diferenciada por razones de género, en relación a la violencia específica contra las mujeres que exhibía el accionar represivo estatal.

La fiscalía indicó que, "de acuerdo a la acusación, el D2 tuvo injerencia en la persecución sufrida tanto por Moyano como por su entorno y su grupo de pertenencia durante 1975, cuando María del Carmen aún vivía en Mendoza. En ese entonces, Fernández Miranda era parte del D2 junto con el fallecido Eduardo Smaha Borzuk, y al que luego se incorporó también Garay. Ese organismo fue el eslabón principal en la persecución desplegada contra Moyano en esa provincia, quien a raíz de esa persecución se radicó poco después en San Juan, donde conoció a Poblete".

La hija de Moyano y Poblete nació en cautiverio aproximadamente en junio de 1977 en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en la ESMA.

María del Carmen Moyano estudió Farmacia y Bioquímica en el Instituto Maza de Mendoza y trabajó en una oficina de Tránsito y Transporte como empleada administrativa. Su familia le decía Pichona o La Gorda. Empezó a militar en la villa San Martín, con un sacerdote -el padre Pedro-, quien luego también sería desaparecido por el terrorismo de Estado. En la villa se instaló un dispensario y se daba apoyo escolar. Después del primer allanamiento en su domicilio, decidió mudarse a San Juan, a la casa de un tío. Allí conoció a Carlos Poblete, con quien formó pareja. Carlos era sanjuanino. Lo llamaban “Tula” o “Guillermo” y estudió Ingeniería Civil.

La pareja compartió militancia en la organización Montoneros. Luego de seis meses de novios, decidieron vivir juntos. Entre abril y mayo de 1977, fueron secuestrados en Córdoba. Ella estaba embarazada de entre ocho y nueve meses. La pareja fue vista por sobrevivientes en el centro clandestino de detención La Perla, en Córdoba. Luego María del Carmen fue trasladada a la ESMA, donde dio a luz una niña. De acuerdo con los testimonios de sobrevivientes de ese campo de concentración, el parto fue atendido por el médico represor Jorge Luis Magnacco, recientemente excarcelado por haber cumplido dos tercios de su condena, a raíz de las bajas penas que recibió. Transcurridos ocho días del parto, la niña fue arrancada de los brazos de su madre y entregada a Fernández Miranda y Luffi, quienes inscribieron a la niña como hija biológica, mientras que Garay y el fallecido Smaha fungieron como testigos del nacimiento falsamente documentado, mediante una partida de nacimiento con datos apócrifos.

En 2012 la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S. Mendoza radicó una denuncia ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado sobre posibles casos de personas que podrían ser hijas de desaparecidos. Entre ellas, estaba la hija de María del Carmen y Carlos.

La Unidad de Derechos Humanos de Mendoza, en permanente interacción con la Unidad Especializada para casos de Apropiación de niños durante el Terrorismo de Estado de la Procuración General de la Nación, realizó medidas de instrucción con el objetivo de determinar si la mujer, anotada como hija propia de un matrimonio de esa provincia, vinculado al terrorismo de Estado, era hija de desaparecidos. La investigación concluyó con el requerimiento al Juzgado Federal N° 1 de Mendoza de la prueba genética a la víctima, con la que finalmente se corroboró que se trataba de la hija del matrimonio Moyano-Poblete.

En el marco de una causa judicial, en octubre de 2017, esta mujer fue citada por el Juzgado Federal Nº 3 de Mendoza para realizarse el análisis inmunogenético. En la audiencia judicial participó el equipo interdisciplinario de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), a solicitud del juez interviniente, para colaborar en el proceso. En los últimos días, a partir del estudio en el Banco Nacional de Datos Genéticos, se pudo determinar que se trataba de la hija de Carlos y María del Carmen.

Los cuerpos de María del Carmen Moyano y Carlos Poblete siguen sin aparecer.

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