A continuación emitimos el contenido completo del comunicado al que accedió nuestra redacción.
Comunicado de la Cancillería de Rusia
Como todos saben, el 22 de julio en Estambul se firmaron los acuerdos mutuamente convenidos sobre el suministro de los alimentos ucranianos y los fertilizantes y productos agrícolas rusos a los mercados mundiales. Se trata de un acuerdo global con la participación de Rusia, Turquía, Ucrania y la Secretaría de la ONU, destinado a garantizar la seguridad alimentaria mundial.El 27 de julio, en Estambul, en el marco de la implementación de la Iniciativa del Mar Negro, empezó su trabajo el Centro Conjunto de Coordinación (CCC), y el 1 de agosto, conforme con los procedimientos acordados de la inspección y control, el primer granelero salió del puerto de Odesa. En total, según los datos de la ONU, hasta el 26 de octubre, 390 buques, que exportaron 8.899.048 toneladas de alimentos (principalmente, el maíz – 41 %) de los puertos de Odesa, Yuzhni y Chernomorsk, utilizaron el corredor humanitario en el mar Negro.
Sin embargo, la geografía de los destinatarios de estas cargas no correspondía en absoluto a los objetivos humanitarios declarados inicialmente. La mitad de todos los suministros se destinó a la Unión Europea y a tales países desarrollados, como el Reino Unido, Israel y Corea del Sur. Al mismo tiempo, los Estados necesitados, en particular Somalia, Etiopía, Yemen, Sudán, Afganistán, recibieron solo el 3 % de los alimentos, en primer lugar a través del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU. En este sentido, los dirigentes de la ONU incluso han reclasificado la iniciativa de humanitaria a comercial, haciendo hincapié en la importancia de estabilizar los precios mundiales de los alimentos.
Además, cabe señalar que la proporción de los productos agrícolas rusos en la estructura de los mercados mundiales no es inferior a la ucraniana.
Hasta finales del año, estamos dispuestos a exportar unos 30 millones de toneladas de cereales, principalmente de trigo, y a aumentar esta cifra hasta 50 millones de toneladas en función de la cosecha.
Ya se han enviado unos 10,5 millones de toneladas de cereales (77 % de trigo) a Asia (62 %) y África (33 %). Como dicen, el contraste es evidente: mientras las cargas ucranianas van por el corredor humanitario a Europa y a los países desarrollados, los suministros rusos van a los Estados necesitados de África y Asia.
Además, Rusia, a diferencia de Ucrania, es uno de los principales exportadores mundiales de fertilizantes, sin los cuales no solo los países consumidores de alimentos, sino también los países productores estarán expuestos al hambre. Pero las empresas rusas todavía no solo no pueden realizar los suministros comerciales de los fertilizantes, sino que no pueden enviar alrededor de 300.000 toneladas de productos a los países más pobres. Y hacerlo de forma gratuita. Estos fertilizantes permanecen bloqueados principalmente en los almacenes de Letonia (80 %), así como de Estonia, Bélgica y los Países Bajos, cuyas autoridades no dejan enviarlos a través del PMA de la ONU.
La razón principal de esta situación son las sanciones unilaterales de Occidente, cuyo efecto negativo debería haber sido neutralizado en el marco de los esfuerzos para aplicar el segundo documento de Estambul, el Memorando entre Rusia y la ONU sobre la Normalización de las Exportaciones Agrícolas Nacionales.
A pesar de las declaraciones hechas en Washington y Bruselas de que las restricciones no se aplicarían a los alimentos y los fertilizantes, los proveedores y productores rusos siguen teniendo problemas para realizar pagos bancarios y adquirir seguros, fletar buques y acceder a los puertos. En realidad, las exenciones anunciadas aún no funcionan. En la práctica, los estadounidenses y los europeos castigan a los países de África, Asia y América Latina, impidiendo que los productos agrícolas y los fertilizantes rusos lleguen a los mercados mundiales.
Sin embargo, a pesar de tales disparidades en la aplicación de los Acuerdos de Estambul, los representantes rusos en el CCC siguen trabajando diligentemente con miras a continuar las operaciones de exportación de los alimentos ucranianos por el mar Negro. Además, si el transporte del primer millón de toneladas llevó tres semanas, ahora se necesita un poco más de una semana para enviar el mismo volumen. Alcanzamos tan alta velocidad y eficacia en gran medida gracias a que nuestros especialistas dan sus máximos esfuerzos. Así, durante la inspección de uno de los graneleros debido a la violación de los requisitos de la ventilación obligatoria, tres miembros del grupo ruso de inspección sufrieron lesiones serias por la inhalación de humo que se usa para procesar el grano antes de transportarlo.
Además, en el puerto de Estambul, se está creando artificialmente una gran acumulación de buques con el fin de ejercer presión sobre nuestros expertos para que relajen el control y aceleren los procedimientos de inspección de las cargas. Mientras tanto, durante la implementación de la Iniciativa del Mar Negro, más de 70 buques se han detenido y algunos han sido suspendidos por violaciones sistemáticas relacionadas con el incumplimiento de las reglas de navegación en el corredor marítimo y los intentos de contrabando en escondites especialmente equipados.
No se puede pasar por alto tales abusos del corredor humanitario, especialmente teniendo en cuenta la investigación en curso sobre las rutas utilizadas para transportar los explosivos para el ataque terrorista en el puente de Crimea el 8 de octubre.
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