En el encuentro buscarán recuperar el trabajo y la sistematización de ideas de Argumedo en la que fue una de las obras centrales de su vida intelectual. Uno de los ejes principales del libro que se publicó hace 30 años pero que sin dudas tiene plena vigencia, se centra en la propuesta de promover una matriz de pensamiento nacional y popular en América Latina, desde la cual concebir modelos alternativos de Sociedad y Estado, expresados en un proyecto político de integración regional de unidad latinoamericana, de carácter democrático, participativo, autónomo y soberano.
Alcira Argumedo fue una pensadora con una visión y una vocación esencialmente nacional, popular y latinoamericana; una intelectual profundamente comprometida con su época, quien dedicó gran parte de su vida al compromiso con las causas de emancipación de Argentina, América Latina y los países del Tercer Mundo. Argumedo tomó como punto de partida de su libro, publicado en 1993 –en un contexto de pleno predominio de las ideas neoliberales- las intensas discusiones que se dieron en los países latinoamericanos y del Tercer Mundo a lo largo de los años ’60 y ’70, y las reelaboró con rigor crítico pero con la misma indignación de entonces ante tanta injusticia, los genocidios y el saqueo sistemático. El resultado fue una obra que se transformó en lectura obligada en los trabajos sobre teoría social latinoamericana, que permitió volver a pensar desde un nosotros entendido como sujeto histórico-político nacional y popular, la historia de nuestro continente y los desafíos que tienen los proyectos democrático-populares que quieran hacer frente a la opresión de nuestros países.
Esta nueva edición de la obra de Alcira Argumedo incluye un apéndice, a cargo de Juan Pablo Olsson Argumedo, que incorpora textos escritos y publicados en conjunto, en los que ambos plantearon desafíos de América Latina y el Sur Global frente a la crisis climática y ecológica que comenzó a manifestarse en este nuevo siglo. También reflexionan sobre el cambio de época histórica que representa la transición de un mundo unipolar –con la declinación del imperio norteamericano– hacia un mundo multipolar, a partir de la consolidación de nuevos bloques que tienden a configurar un nuevo reequilibrio del orden mundial.
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