(21/08/23 - BRICS, Por Camil Straschnoy)-.Los líderes de los países que conforman el Brics se reunirán en Sudáfrica entre el martes y el jueves próximo en una cumbre que buscará definir los mecanismos para sumar nuevos miembros y debatir la desdolarización del comercio, con el objetivo de crear un contrapeso político y económico al dominio de las potencias occidentales en asuntos internacionales.
El foro que reúne a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica tendrá como gran ausente al presidente ruso Vladimir Putin, que participará por videoconferencia ante el riesgo de que con su viaje se active la orden de detención de la Corte Penal Internacional en la causa que investiga la deportación de niños en zonas ocupadas de Ucrania.
El Kremlin ya anunció que el ministro de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, encabezará la delegación del país en Johannesburgo, en la primera cumbre del grupo que se hace de forma presencial tras tres años de reuniones a distancia por la pandemia de Covid-19.
Sí asistirán los presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, Xi Jinping de China, el anfitrión Cyril Ramaphosa y el primer ministro Narendra Modi de India, además de delegaciones de unos 70 países, entre ellos la Argentina, que estarán de forma presencial o virtual.
Uno de los grandes temas de discusión será la expansión del bloque y los mecanismos que deben cumplir los eventuales nuevos miembros: la última incorporación fue Sudáfrica en 2010, que se sumó a los otros cuatro países que en 2006 comenzaron a gestar el grupo, que en conjunto representa un cuarto del PBI global y un 40% de la población del planeta.
Argentina, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Indonesia, Bolivia, Venezuela, Egipto y Bielorrusia son algunas de las 40 naciones que, según los organizadores, expresaron su intención de entrar a lo que ya se definió como "Brics Plus".
“Este va a ser uno de los grandes temas, pero los cinco países de Brics aún no llegaron a un consenso sobre si ampliar o no y sobre cuáles serían los criterios para seleccionar a los nuevos miembros”, explicó a Télam Daniel Bradlow, profesor de Derecho Internacional del Desarrollo y Relaciones Económicas Africanas de la Universidad de Pretoria (Sudáfrica).
La decisión de sumar miembros y quiénes serían puede modificar el alcance geopolítico y redefinir el futuro de esta asociación.
“Admitir a Argentina, por ejemplo, tiene sentido porque está en el G20 y los Brics podrían funcionar así como una especie de contrapeso al G7. Lo mismo Indonesia y Arabia Saudita, que es un país rico y además actualmente no hay ninguno del Golfo, así que sería también una manera de ampliar el alcance geográfico. Admitir a Irán, Cuba o Venezuela dice algo muy distinto, políticamente hablando”, manifestó el catedrático.
"La cumbre va a dejar una señal muy positiva respecto al inicio de un proceso concreto de adhesión de nuevos miembros, pero el cómo hacerlo y los criterios va a ser un segundo paso que quedará para después", afirmó a esta agencia Ana Saggioro Garcia, coordinadora general del Centro de Estudios e Investigación sobre los Brics, un think tank que depende de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro.
Existe la posibilidad también que algunos de esos países no se sumen a los Brics, pero sí pasen en un futuro a ser miembros del Nuevo Banco de Desarrollo, fundado por el grupo y que desde abril de este año preside la exmandataria brasileña Dilma Rousseff.
Uruguay, EAU y Bangladesh ya forman parte de la entidad que se autoproclama como una mejor alternativa para el Sur Global a instituciones como el Banco Mundial o el FMI, al financiar proyectos de desarrollo e infraestructura, con una gobernanza más justa, ya que todos los países que la integran desde su origen tienen la misma cantidad de votos.
En lo económico, el Brics también respalda la desdolarización del comercio internacional, sea con el uso de otras monedas fuertes como el yuan chino o, como planteó Lula, con la posibilidad de desarrollar una divisa propia, tal como hizo la Unión Europea con el euro.
Sin embargo, cortar la dependencia monetaria de Estados Unidos no es una tarea sencilla: “El debate es una cosa, pero la implementación de una alternativa al dólar es otra totalmente distinta, porque para establecer una moneda de transacción global se necesita un banco central que garantice la integridad y que sea de confianza de todos los países del mundo”, afirmó Saggioro Garcia, que además es profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro.
En ese sentido, indicó que la Reserva Federal estadounidense "todavía es una institución que garantiza la integridad y el valor del dólar en el mundo”, mientras que "todavía hay desconfianza sobre la transparencia" del banco central de China "a pesar del enorme poder económico" del gigante asiático.
La experta brasileña explicó que el dólar también es respaldado como moneda mundial por Wall Street, una "plaza financiera donde cualquier inversor, multinacional o país puede operar sus títulos sin resistencia", algo que tampoco tiene China "que no quiere abrir su mercado para no quedar en una posición vulnerable a los flujos especulativos internacionales".
A diferencia de lo que pasa en otros foros internacionales, la invasión a Ucrania no se anticipa como uno de los grandes temas de debate, pero tampoco quedará marginado, ya que Rusia estará allí para discutirlo directamente.
En ese sentido, Lula anticipó que planteará la necesidad “de invertir en combatir el hambre en lugar de poner dinero en guerras” y afirmó que “la paz es una cuestión fundamental".
En la previa de la cumbre, Brasil presentó su propio plan de cese al fuego, algo que también hizo China, pero ambas iniciativas fueron criticadas por Kiev y sus aliados occidentales.
Por su parte, India mantiene una posición pragmática de neutralidad que le permite mantener vínculos políticos y económicos con Putin y con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que se reforzaron este año al ostentar la presidencia rotativa del G20.
En tanto, Sudáfrica promovió una misión de países de la región que en junio estuvo en Kiev y en Moscú para mediar en el conflicto, que afecta la provisión de granos y fertilizantes hacia los países en vías de desarrollo.
Esta mirada continental será otro gran eje del encuentro y por eso el tema de esta 15° cumbre es "Los Brics y África", haciendo hincapié además en cómo la región se convirtió en un terreno de batalla diplomática entre las potencias occidentales, Rusia y China, para ampliar sus influencias.
"El tema refleja nuestra convicción sobre los beneficios que una asociación con África pueden aportar a los Brics", declaró la canciller sudafricana, Naledi Pandor, y añadió que junto a los países de la región que fueron invitados se debatirán las posibilidades de inversiones en el continente.
Quien no fue invitado fue el presidente francés, Emmanuel Macron, pese a que manifestó explícitamente su interés en participar.
Pandor descartó esa posibilidad, considerándola "bastante divertida", dado que "no se envió ninguna invitación de ese tipo" al mandatario galo.
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