(11/08/23 - Níger)-.Líderes de países de África occidental ratificaron ayer que priorizan la diplomacia sobre la fuerza para convencer a militares que dieron un golpe de Estado en Níger de restablecer al presidente Mohamed Bazoum, horas después de que los golpistas ignoraran exigencias previas y nombraran un nuevo Gobierno de facto.
"Priorizamos las negociaciones diplomáticas y el diálogo como base de nuestro planteamiento", declaró el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, durante una cumbre extraordinaria de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) celebrada en Abuya, la capital nigeriana, con motivo del golpe en Níger del 26 de julio.
En otra primera cumbre el mes pasado, los dirigentes de la Cedeao habían dado a los militares nigerinos siete días para restablecer al presidente Bazoum, elegido democráticamente hace dos años en la primera transferencia pacífica del poder en Níger desde su independencia de Francia, en 1960.
Pero el nuevo régimen ignoró el plazo.
"Lamentablemente, el ultimátum de siete días que dimos durante la primera cumbre no dio el resultado deseado", reconoció Tinubu.
"Debemos entablar conversaciones serias con todas las partes implicadas, incluidos los líderes golpistas, para convencerlos de que abandonen el poder y restituyan al (retenido) presidente Bazoum", agregó.
Ayer, el vocero de Tinubu ya había anticipado que, al igual que sus pares del bloque regional, el presidente de Nigeria veía la diplomacia como "la mejor vía" en Níger, aunque no descarta "ninguna opción", en alusión a una intervención armada.
Horas antes de la cumbre de la Cedeao, los militares nigerinos multiplicaron las señales de querer consolidar su poder y anunciaron la conformación de un nuevo Ejecutivo con 20 ministros, que incluye a dos generales al mando de las carteras de Interior y de Defensa.
Los militares ya habían nombrado esta semana a su primer ministro, Ali Mahaman Lamine Zein, dando los primeros indicios de su determinación a conservar el poder tras el derrocamiento de Bazoum, que desde el golpe está detenido en Niamey, la capital de Níger.
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda preocupación por las circunstancias de detención de Bazoum, y volvió a pedir su liberación.
El diplomático denunció "las deplorables condiciones de vida en las que al parecer viven el presidente Bazoum y su familia", según un comunicado de la ONU, informó la agencia de noticias AFP.
Guterres "reitera su preocupación por la salud y la seguridad del presidente y su familia y pide una vez más su liberación inmediata e incondicional y su restitución como jefe de Estado", declaró el portavoz del jefe de la ONU en la nota emitida anoche.
Horas antes, la cadena de noticias estadounidense CNN informó que los militares mantenían aislado a Bazoum y lo obligaban a comer arroz seco y pasta.
En una serie de mensajes de texto que Bazoum envió a un amigo, el líder nigerino dijo que había estado "privado de todo contacto humano desde el viernes", sin que nadie le suministrara alimentos ni medicinas, de acuerdo con la estación televisiva.
Los autores del golpe en Níger parecen hasta ahora cerrados a los intentos de negociar de la Cedeao, lo que alienta los temores de una intervención militar en este país de la región africana del Sahel.
El martes, una delegación conjunta de la Cedeao, la Unión Africana y Naciones Unidas intentó viajar a Niamey, pero los militares se negaron por motivos de "seguridad".
El único mensaje de apertura fue el encuentro de ayer entre el líder de los militares nigerinos, Abdourahamane Tchiani (foto), y un ex emir nigeriano, Sanusi Lamido Sanusi, cercano al presidente de Nigeria, Bola Tinubu.
En paralelo a los esfuerzos diplomáticos, los jefes castrenses de la Cedeao se reunieron el viernes pasado en Abuya para definir cómo sería una hipotética intervención militar.
Níger es el cuarto país dentro del bloque regional en sufrir un golpe de Estado desde 2020, después de Guinea, Mali y Burkina Faso.
Estos dos últimos países, antiguas colonias francesas al igual que Níger, expresaron su solidaridad con el nuevo régimen de Niamey y afirmaron que considerarán una intervención militar como "una declaración de guerra" contra ellos.
Níger era uno de los últimos aliados de los países occidentales en la región del Sahel, desestabilizada por la violencia de grupos islamistas armados.
Estas potencias, con Francia y Estados Unidos a la cabeza, respaldan los esfuerzos de la Cedeao para restablecer al presidente Bazoum, un socio clave en su dispositivo antiyihadista en la región.
Francia tiene tropas desplegadas en la región en el marco de la lucha antiyihadistas.
Desde el golpe, París suspendió los acuerdos de cooperación militar con Niamey.
De su parte, los militares denunciaron estos acuerdos, pero Francia lo ignoró al considerar que no tienen legitimidad para tomar esta decisión.
Los militares de Níger denunciaron ayer que un avión del Ejército francés llegado de Chad violó el espacio aéreo nigerino y acusaron a la antigua potencia colonial de haber liberado a yihadistas, algo que París también desmintió.
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