“Estamos viendo llegar a gente de los alrededores de Puerto Príncipe con heridas de bala”, ha precisado Richardson en un vídeo desde territorio haitiano, en el cual hace referencia a “numerosas personas” que debieron huir de sus barrios ante el avance de los grupos armados.
“La situación en Haití y en Puerto Príncipe, en particular, ha pasado de muy preocupante a extremadamente alarmante”, ha subrayado Richardson, al describir un escenario de caos e inseguridad caracterizado por “bloqueos de carreteras, sonido de disparos y una gran tensión en las calles” en la ciudad.
De acuerdo con datos de la ONU, al cierre de 2023 el 80 por ciento de la capital estaba bajo el control de esos grupos delincuenciales, acusados de cometer crímenes como asesinatos, violaciones, saqueos y secuestros, reseña AFP.
La creciente violencia y el incremento de los ataques de las bandas armadas contra el aeropuerto, comisarías, prisiones y otros edificios públicos, colocaron al gobierno haitiano al borde del colapso y provocaron la pasada semana la renuncia del primer ministro Ariel Henry, para dar paso a la instalación de Ejecutivo de transición.
En este escenario de ingobernabilidad, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha saludado este jueves la designación de representantes para el Consejo Presidencial de Transición por las partes interesadas de Haití.
Un comunicado divulgado por la oficina de su portavoz hizo un llamado a todos los esfuerzos posibles para mantener el impulso y trabajar de manera cohesiva hacia la implementación de los acuerdos de gobernanza de transición acordados la semana pasada.
A la par, el alto representante ha insistido en la necesidad del rápido despliegue de la fuerza multinacional aprobada por el Consejo de Seguridad desde octubre de 2023, y cuya puesta en marcha no está aún definida.
Esa misión de paz, agrega el texto, sigue siendo fundamental para garantizar que las vías políticas y de seguridad puedan avanzar en paralelo, ya que solo los esfuerzos complementarios pueden tener éxito.
La ONU, a través de su Oficina en Haití, seguirá apoyando al país en su camino hacia la restauración de las instituciones democráticas, remarcó el comunicado.
Según estimaciones del organismo internacional, al menos 5,5 millones de personas, cerca de la mitad de la población del país caribeño, necesitan ayuda humanitaria.
Por su parte, la Agencia de Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) estima que casi 17 000 personas abandonaron Puerto Príncipe entre el 8 y el 14 de marzo, más de la mitad de ellas hacia los departamentos del Gran Sur, una región que ya alberga más de 116 000 desplazados del área metropolitana en los últimos meses.
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