(19/06/19 - Lesa Humanidad)-.El juicio oral y público se realiza en Hipólito Yrigoyen 33, Resistencia, Chaco. La próxima audiencia será el 25 de junio, con alegatos de las defensas. Son juzgados por el asesinato de Carlos Píccoli y Raúl Eduardo Gómez Estigarribia (foto). En poco tiempo se conocería la sentencia.
En su alegato, el Ministerio Público Fiscal sostuvo que “la índole de los delitos que han cometido, que fueron aberrantes y atroces, demuestran la voluntad de perpetrarlos, pues ninguna persona puede confundirse respecto de delitos tan inequívocos como el secuestro, los tratos inhumanos y crueles de los recluidos, la aplicación de torturas, que incluyeron violaciones, los homicidios seguidos del ocultamiento o destrucción de los cuerpos y la apropiación de los hijos de sus víctimas”.
El pedido de condenas
El fiscal solicitó prisión perpetua para el ex teniente coronel del Ejército, Tadeo Bettolli, y para los ex agentes policiales Miguel Antonio González y Alcides Safenraiter por encontrarlos responsables del delito de homicidio agravado por alevosía.
Pidió 18 años de prisión para el ex comisario General Eduardo Wischinivetzki por considerarlo penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados contra tres pequeños productores .
Requirió cuatro años para el ex comisario general José Rodríguez Valiente por el delito de encubrimiento de ambos homicidios.
En el juicio intervienen el fiscal general Carlos Amad, el fiscal federal Patricio Sabadini y el fiscal ad hoc Diego Vigay, miembros de la Unidad de Asistencia en Causas por Violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado de esa jurisdicción.
Las víctimas de homicidio
Carlos Servando Píccoli y Raúl Gómez Estigarribia fueron dirigentes de las Ligas Agrarias. Raúl, “Ñaro”, era un docente rural correntino, uno de los fundadores del Movimiento Rural de Acción Agraria y militó en Montoneros.
Fue asesinado el 12 de febrero de 1977, a los 34 años de edad. Carlos fue secretario adjunto de la Rama Agraria del Movimiento Peronista Montonero y militante de Montoneros. Fue asesinado el 21 de abril de 1979, a los 28 años de edad.
El plan sistemático de persecución a Las Ligas Agrarias
En su alegato, la fiscalía contextualizó los crímenes “dentro del desarrollo en todo el interior de la provincia del Chaco entre los años 1974 y 1980, de una gigantesca campaña de parte del Ejército Argentino y la Policía de la Provincia del Chaco, de operaciones de persecución y represión a trabajadores rurales y pequeños productores, militantes y dirigentes del Movimiento denominado `Las Ligas Agrarias del Chaco´”.
Las víctimas de seguimiento y persecución por su accionar en las Ligas Agrarias resultaron en forma sistemática y masiva privadas ilegítimamente de su libertad, torturadas, desaparecidas o, como en algunos casos, simulada su ejecución como un enfrentamiento armado inexistente.
Los crímenes
Alcides Safenraiter está acusado por el asesinato del dirigente rural Carlos Píccoli, cometido la madrugada del 22 de abril del año 1979, mientras la víctima se trasladaba en bicicleta por el paraje Pampa Florida, de la zona rural de la ciudad de Sáenz Peña.
Según pudo reconstruir la acusación, Píccoli fue “sorprendido por un retén policial constituido por los agentes Carlos Chávez y Alcides Roberto Sanfenraiter, armados”, quienes se escondieron “a un lado del camino, ocultados por la oscuridad y matorrales esperando el paso de Píccoli para luego dispararle” a mansalva.
Además, el Ministerio Público Fiscal recordó que Píccoli estaba siendo perseguido desde el año 1975 por las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad que lo buscaban por su participación en la organización de las Ligas Agrarias de Chaco.
A raíz de su militancia social, debió exiliarse en España y finalmente regresó a la provincia del Chaco en el año 1979. En este sentido, el caso de Píccoli también es objeto del juicio en desarrollo en San Martín, Provincia de Buenos Aires, por la causa Contraofensiva.
Por su parte, a Tadeo Bettolli y Miguel Ángel González se les imputa el homicidio agravado del dirigente rural Raúl Eduardo Gómez Estigarribia, quien fue acribillado el 12 de febrero de 1977 en la localidad de Corzuela, Chaco, por un grupo de Fuerzas conjuntas comandado por Bettolli e integrado por González, según reconstruyó la acusación. El grupo de las Fuerzas conjuntas del Ejército y policías del Chaco esperó al dirigente rural “tendiéndole una emboscada” y convirtiéndolo en “un blanco fácil” para sus victimarios.
Al comisario José Rodríguez Valiente se le imputó el encubrimiento de los asesinatos de Píccoli y Estigarribia. El jefe policial es señalado por la elaboración de falsos informes en los que hizo fraguar los fusilamientos como supuestos enfrentamientos.
Eduardo Wischnivetzky está acusado por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos perpetrados contra tres trabajadores rurales, ocurridos el 30 de agosto de 1976, en la localidad de Villa Berthet. Las víctimas fueron detenidas y trasladadas en un jeep por efectivos policiales liderados presuntamente por Wischnivetzky. Tras trasladarlos a un campo, fueron golpeados con el fin de obtener información vinculada a su participación en las Ligas Agrarias.
En su alegato, el Ministerio Público Fiscal sostuvo que “la índole de los delitos que han cometido, que fueron aberrantes y atroces, demuestran la voluntad de perpetrarlos, pues ninguna persona puede confundirse respecto de delitos tan inequívocos como el secuestro, los tratos inhumanos y crueles de los recluidos, la aplicación de torturas, que incluyeron violaciones, los homicidios seguidos del ocultamiento o destrucción de los cuerpos y la apropiación de los hijos de sus víctimas”.
El pedido de condenas
El fiscal solicitó prisión perpetua para el ex teniente coronel del Ejército, Tadeo Bettolli, y para los ex agentes policiales Miguel Antonio González y Alcides Safenraiter por encontrarlos responsables del delito de homicidio agravado por alevosía.
Pidió 18 años de prisión para el ex comisario General Eduardo Wischinivetzki por considerarlo penalmente responsable de los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados contra tres pequeños productores .
Requirió cuatro años para el ex comisario general José Rodríguez Valiente por el delito de encubrimiento de ambos homicidios.
En el juicio intervienen el fiscal general Carlos Amad, el fiscal federal Patricio Sabadini y el fiscal ad hoc Diego Vigay, miembros de la Unidad de Asistencia en Causas por Violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado de esa jurisdicción.
Las víctimas de homicidio
Carlos Servando Píccoli y Raúl Gómez Estigarribia fueron dirigentes de las Ligas Agrarias. Raúl, “Ñaro”, era un docente rural correntino, uno de los fundadores del Movimiento Rural de Acción Agraria y militó en Montoneros.
Fue asesinado el 12 de febrero de 1977, a los 34 años de edad. Carlos fue secretario adjunto de la Rama Agraria del Movimiento Peronista Montonero y militante de Montoneros. Fue asesinado el 21 de abril de 1979, a los 28 años de edad.
El plan sistemático de persecución a Las Ligas Agrarias
En su alegato, la fiscalía contextualizó los crímenes “dentro del desarrollo en todo el interior de la provincia del Chaco entre los años 1974 y 1980, de una gigantesca campaña de parte del Ejército Argentino y la Policía de la Provincia del Chaco, de operaciones de persecución y represión a trabajadores rurales y pequeños productores, militantes y dirigentes del Movimiento denominado `Las Ligas Agrarias del Chaco´”.
Las víctimas de seguimiento y persecución por su accionar en las Ligas Agrarias resultaron en forma sistemática y masiva privadas ilegítimamente de su libertad, torturadas, desaparecidas o, como en algunos casos, simulada su ejecución como un enfrentamiento armado inexistente.
Los crímenes
Alcides Safenraiter está acusado por el asesinato del dirigente rural Carlos Píccoli, cometido la madrugada del 22 de abril del año 1979, mientras la víctima se trasladaba en bicicleta por el paraje Pampa Florida, de la zona rural de la ciudad de Sáenz Peña.
Según pudo reconstruir la acusación, Píccoli fue “sorprendido por un retén policial constituido por los agentes Carlos Chávez y Alcides Roberto Sanfenraiter, armados”, quienes se escondieron “a un lado del camino, ocultados por la oscuridad y matorrales esperando el paso de Píccoli para luego dispararle” a mansalva.
Además, el Ministerio Público Fiscal recordó que Píccoli estaba siendo perseguido desde el año 1975 por las Fuerzas Armadas y Fuerzas de Seguridad que lo buscaban por su participación en la organización de las Ligas Agrarias de Chaco.
A raíz de su militancia social, debió exiliarse en España y finalmente regresó a la provincia del Chaco en el año 1979. En este sentido, el caso de Píccoli también es objeto del juicio en desarrollo en San Martín, Provincia de Buenos Aires, por la causa Contraofensiva.
Por su parte, a Tadeo Bettolli y Miguel Ángel González se les imputa el homicidio agravado del dirigente rural Raúl Eduardo Gómez Estigarribia, quien fue acribillado el 12 de febrero de 1977 en la localidad de Corzuela, Chaco, por un grupo de Fuerzas conjuntas comandado por Bettolli e integrado por González, según reconstruyó la acusación. El grupo de las Fuerzas conjuntas del Ejército y policías del Chaco esperó al dirigente rural “tendiéndole una emboscada” y convirtiéndolo en “un blanco fácil” para sus victimarios.
Al comisario José Rodríguez Valiente se le imputó el encubrimiento de los asesinatos de Píccoli y Estigarribia. El jefe policial es señalado por la elaboración de falsos informes en los que hizo fraguar los fusilamientos como supuestos enfrentamientos.
Eduardo Wischnivetzky está acusado por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos perpetrados contra tres trabajadores rurales, ocurridos el 30 de agosto de 1976, en la localidad de Villa Berthet. Las víctimas fueron detenidas y trasladadas en un jeep por efectivos policiales liderados presuntamente por Wischnivetzky. Tras trasladarlos a un campo, fueron golpeados con el fin de obtener información vinculada a su participación en las Ligas Agrarias.
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