El presidente Jovenel Moïse se firmó el 22 de julio el nombramiento de Fritz William Michel (foto) como primer ministro, el tercero en menos de un año y el cuarto desde su llegada al poder en 2017.
Para hacer frente a las emergencias del momento, y tras la dimisión de Jean Michel Lapin, he elegido, en consulta con el presidente del Senado y de la Cámara de Diputados, al ciudadano Fritz William Michel como primer ministro, a la espera de la ratificación de su Declaración de Política General, escribió el mandatario en su red social Twitter.
El nombramiento sucedió a una nueva ronda de reuniones con los diversos sectores del país, con el propósito de echar a andar la máquina gubernamental y destrabar préstamos de organismos internacionales.
Ya a inicios de julio el asesor del jefe de Estado, Guichard Doré, confirmó que se habían reiniciado las conversaciones con algunos líderes a propósito de la situación 'turbulenta y la economía difícil' que experimentaba el país.
Adelantó que Moïse se comprendía la necesidad de tener un gobierno funcional capaz de abordar 'ciertos problemas', en especial durante la actual temporada ciclónica y el reinicio del curso escolar.
Las consultas, que esta vez se desarrollaron sin grandes anuncios mediáticos, concluyeron con la renuncia de Lapin, que en tres meses no logró la ratificación de su gabinete, a pesar de que el Gobierno cuenta con la mayoría en el Congreso.
Para algunos expertos lo que sucedió en el Senado con los parlamentarios de la oposición fue 'un circo antidemocrático', pues cuatro legisladores lograron bloquear, a veces por la fuerza y otras por la persistencia, tres sesiones de ratificación, sin que el primer ministro pudiera presentar su plan de Gobierno.
Entre los argumentos del nombrado Grupo Los Cuatro, destaca que Lapin volvió a designar a unos seis ministros de la administración de Céant, en especial a Jean Roudy Aly frente a la cartera de Justicia con una polémica participación en la extradición hacia Estados Unidos de siete extranjeros apresados en Haití con un arsenal de armas y sin un propósito definido.
Lapin declaró a la prensa, poco después de su renuncia el propio 22 de julio, que el principal bloqueo para el Gobierno fue a nivel del parlamento, 'no a nivel del ejecutivo como el público quiere creer'.
'Después de sesiones abortadas, no se tomó ninguna decisión, los parlamentarios tenían que decidir si aceptaban o no este gabinete ministerial, no se ha hecho', lamentó el ex primer ministro que también anunció su retiro de la administración pública después de 30 años de trabajo.
Pero el nuevo jefe de Gobierno no perdió tiempo y el 24 de julio, antes de las 48 horas de su nombramiento, ya había presentado su documentación en la Cámara de Diputados y divulgó la composición del gabinete ministerial.
Para sorpresa de muchos escépticos, Michel apostó por la paridad y la juventud. Por primera vez en su historia Haití está a las puertas de un Gobierno con igual número de mujeres y hombres, y con una fémina al frente de la Cancillería, un hecho también sin precedentes.
Otra novedad es que portafolios reservados históricamente para los hombres como el de Justicia y Seguridad Pública, y Obras Públicas, Transporte y Comunicaciones, serán manejados por mujeres.
El candidato a primer ministro, de 38 años, el más joven desde la conformación de la República, también fue cuidadoso en no renovar a titulares de la administración de Céant, que ya habían levantado una intensa polémica en el Senado por formar parte de un gobierno despedido por mala gestión de la crisis sociopolítica y económica.
Por su parte se aventura por un gabinete con poca experiencia en la arena política, y cuyos integrantes nunca antes habían llevado las riendas de un ministerio, aunque repite la estrategia de sus predecesores Jean Max Bellerive, Laurent Lamothe y Jean Michel Lapin, y se reserva además la cartera de Planificación y Cooperación Externa.
Sin embargo, aún le queda ratificarse en el Parlamento, después de pasar la dura prueba de los legisladores de la oposición, que ahora se sienten fortalecidos por lograr bloquear a la administración anterior.
El diputado Ghandy Dorfeuille, que integra el bloque mayoritario cercano al gobierno, dijo al diario Le Nouvelliste que el primer ministro tiene entre el 70 y el 80 por ciento de posibilidades de tener un voto favorable en la Cámara baja.
Aseguró que los diputados son conscientes de que el país se enfrenta a una situación difícil, de inseguridad y deterioro económico, entre otras problemáticas.
Sin embargo, esta postura no es compartida por otros bloques del legislativo. Para Acuerdo de los Parlamentarios por la Alternativa Nacional, con unos 40 miembros, Fritz William Michel no es una opción convincente.
El legislador Samuel D'Haiti indicó que la mayoría de los miembros señalaron que 'no tiene la suficiente madurez política en la actual crisis del país', a pesar de su experiencia en temas económicos.
Michel también debe enfrentarse a un complejo escenario sociopolítico y económico, marcado por protestas antigubernamentales, inseguridad alimentaria, depreciación de su moneda nacional con respecto al dólar, aumento de los precios de la canasta básica, constricción del poder adquisitivo y pugna por el poder, entre otros muchos males.
Asimismo, debe recuperar la confianza de la población en el Gobierno, y enrumbar al país a la salida de la crisis y recesión económica en que está inmerso.
'Estoy listo para servir a mi país', dijo Michel al entregar su documentación en el Parlamento. Queda esperar que pueda cumplir su palabra.
Por Anelí Ruiz García, corresponsal jefa de Prensa Latina en Haití
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