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¡Cambiemos! Morales, endeudadores seriales

(21/01/20 - Jujuy)-.Cada vez queda más claro que la comunión de ideas entre el PRO y la UCR son muchas. No solo la afición por meter presos de cualquier manera a quienes piensen distinto, sino también por su extraña pulsión de generar endeudamientos monumentales. 

En este caso, y hablando concretamente de la provincia de Jujuy, capital nacional de la prisión política, la deuda contraída por el tiranuelo Gerardo Morales superaría los 45.000 millones de pesos y los 1.700 millones de dólares.

Si se trata de encontrar puntos de coincidencia entre los gobernadores de Cambiemos entre 2015 y 2018, una de los principales es, sin lugar a dudas, el endeudamiento irresponsable de las gestiones, tanto en dólares como en pesos.

Tanto Buenos Aires, como la CABA, Mendoza, Corrientes y Jujuy experimentaron un incremento de sus obligaciones externas como consecuencia de la toma de deuda a niveles y a tasas de interés absolutamente inéditas, como si luego no hubiera que afrontar los pagos correspondientes.

La única que consiguió evitar tener que hacer frente a decisiones tan irresponsables (“ya que no se orientaron a la inversión productiva, ni al desarrollo de la infraestructura ni a inversión social”) es María Eugenia Vidal, quien se exhibe sin pudor en las vacaciones continuadas de las que disfruta desde su salida de la gobernación provincial con su nueva pareja, como si no tuviera responsabilidad alguna en la situación catastrófica en la que entregó a la provincia de Buenos Aires.

El resto de los titulares de las provincias de Cambiemos y de la CABA, en cambio, deben afrontar las consecuencias de su gestión. Para la CABA la situación no es tan grave, ya que su presupuesto, su recaudación y los beneficios de la coparticipación, ampliados por decreto por Mauricio Macri, prácticamente la ponen a resguardo de las consecuencias del gigantesco endeudamiento.

No sucede lo mismo con el resto de las provincias, que no generan dólares y cuyo funcionamiento depende, en gran medida, de los giros de recursos del gobierno nacional.

Cuando se trató la mega ley de fines del mes de diciembre, en la que muchos dudaban de que Alberto Fernández pudiera reunir el quórum indispensable para su tratamiento, los gobernadores de Juntos por el Cambio confrontaron abiertamente con los referentes de su propio espacio que no tienen responsabilidades territoriales. El respaldo a la participación en las sesiones de los legisladores opositores que expresaron los titulares de esas provincias fue tan explícito, que no faltó quien caracterizara a Gerardo Morales como el “ministro del Interior de Alberto”.

Los datos de los que ahora se dispone explican muy claramente ese posicionamiento. En el caso de Jujuy, la deuda contraída por Gerardo Morales superaría los 45.000 millones de pesos y los 1.700 millones de dólares. Se trata de un endeudamiento flojo de papeles, además, sobre los que la gestión de Morales ha evitado brindar información pública. “Es información sensible”, es el argumento habitual para denegar los datos que deberían ser de conocimiento púbico.

La única información disponible la ha brindado el ex legislador Juan Manuel Esquivel, del Frente Unidos y Organizados (FUyO), quien impulsó la creación de una “comisión extraordinaria investigadora y de seguimiento de la deuda pública” provincial.

Del informe brindado por Esquivel surge que el endeudamiento jujeño tiene “un denominador común: falta de transparencia en su tramitación, disposición y utilización, a tal punto que resulta imposible conocer el total, su aplicación, los intereses que se están pagando y las fuentes de financiamiento de esos intereses”.

Las cifras disponibles corresponden a mediados de 2019, e incluyen una deuda que puede dividirse en tres ítems: deuda pública en pesos, créditos autorizados por ley en dólares y también en pesos.

La deuda pública en pesos, generada a través de la emisión de bonos y letras, es de 36.000 millones, que deben sumarse a los créditos en moneda nacional por 9.650 millones, lo que permite alcanzar una suma de 46.650 millones.

El capítulo más apremiante es el de la deuda en dólares, autorizada por una sumisa Legislatura provincial a través de la aprobación de trece leyes, por un monto de 1.742 millones de dólares, para el impulso de ambiciosos proyectos de infraestructura que no se realizaron, o que avanzaron de manera ínfima. A esto deben sumarse tres leyes especiales que autorizaron un endeudamiento adicional por 960 millones dólares, y otros 1.500, en la misma moneda, para proyectos energéticos.

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