Se trata de víctimas de la invasión de Estados Unidos en 1989 y desde diciembre de ese año se encuentran sepultadas en el lugar, que hasta hace poco era considerado una fosa común.
En 1989 la aviación norteamericana ametralló y bombardeó la popular barriada de El Chorrillo en el marco de la invasión para derrocar al presidente (y ex empleado de inteligencia norteamericano) Manuel Noriega generando cientos de víctimas entre la población civil en una verdadera masacre a lo 'norteamericano'.
30 años después de la agresión militar, los familiares de víctimas desaparecidas mantienen la esperanza de obtener información sobre sus seres queridos.
Se tiene previsto que las pericias se extiendan por unos 60 días, tras los que se espera cotejar restos óseos con material genético previamente recolectado en busca de coincidencias.
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