Cataluña ha sido un tema dominante en la política española desde que declaró brevemente su independencia en octubre de 2017 tras un referéndum considerado ilegal por los tribunales, lo que provocó la mayor crisis política del país en décadas.
Madrid ha descartado cualquier referéndum de independencia o amnistía para los líderes independentistas catalanes que fueron condenados a prisión o abandonaron el país después de la fallida declaración de independencia.
Sin embargo, Torra dijo que quiere discutir una fecha para un referéndum de independencia y obtener resultados sobre ambos temas en una reunión a finales de este mes de febrero con el Gobierno español.
Además de considerar que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, deberá asistir a todas las reuniones de negociación, sostuvo que el tema catalán no está congelado sino es un “conflicto caliente”.
“Vamos a hablar sobre cómo resolvemos las raíces del conflicto (…) eso significa dejar que el pueblo catalán decida su propio futuro de forma democrática y pacífica”, agregó.
El presidente catalán realizó tales afirmaciones justo un día después de que se reuniera con Sánchez en Barcelona, quien rechaza cualquier movimiento hacia la independencia, pero acordó mantener conversaciones con los líderes de Cataluña para discutir el futuro de la región nororiental.
El descontento en Cataluña se intensificó después de que el Tribunal Supremo (TS) español condenara, el pasado 14 de octubre, a entre 9 y 13 años de cárcel a nueve líderes independentistas por delitos de “sedición” y “malversación” en la sociedad catalana.
Además, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) condenó en diciembre pasado a 18 meses de inhabilitación a Torra por un delito de desobediencia.
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