El miércoles se confirmó el contagio de la ex gobernadora María Eugenia Vidal (foto), la que previamente se había reunido con el legislador de su partido Alex Campbell, en el ámbito partidario provincial.
Pero el terreno provincial no es el único en el que hay varios contagiados, dentro del Gobierno porteño, los nuevos infectados son Federico Dibenedetto, quien se encuentra a cargo de los contenidos de comunicación y es uno de los históricos asesores del actual Jefe de Gobierno, y de Emmanuel Ferrario, de Asuntos Estratégicos y ex funcionario de Vidal, que se mudó a la Ciudad después de diciembre.
Dentro del espacio opositor, pero saliendo de la provincia de Buenos Aires, uno de los primeros en contraer la enfermedad fue el legislador integrante de Fuerza Republicana Ricardo Bussi, hijo del genocida Domingo Bussi y habitual aliado del PRO.
Bussi fue casi un pionero en esto del contagio, el domingo 22 de marzo, al legislador provincia le entregaron la confirmación de que tenía coronavirus.
A partir de ese momento, Bussi intentó sin éxito justificar su irresponsabilidad y brindó detalles contradictorios de sus días previos a que se conociera la noticia. "En los últimos días estuve con un sinfín de personas", fue una de sus declaraciones más preocupantes cuando conoció el resultado del test.
También hay dudas de que haya hecho la cuarentena como corresponde cuando tenía indicios de que podía tener el virus, en una conducta despreciativa del bien común que hermana a todo el arco político de la derecha, más allá de lo que enuncien en sus discursos.
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