Esta decisión de la justicia española no hace otra cosa que ratificar la imposibilidad de la convivencia democrática o la existencia misma de democracia en un sistema político que incluye la existencia de figuras parasitarias decorativas como los miembros de la realeza, a los que la plebe, es decir, los supuestos ciudadanos, o los ciudadanos carentes de determinados derechos, pueden criticar, bajo pena de prisión, aunque estos hayan cometido delitos, como el profugado rey Juan Carlos.
Los Mossos d'Esquadra (Policía local de la comunidad autónoma de Cataluña) han detenido este martes a Hasél, que se había encerrado todo el lunes en el Rectorado de la Universidad de Lérida para evitar su encarcelamiento, tras haber sido condenado por delitos de exaltación del terrorismo e injurias a la Corona y las instituciones del Estado español.
El cantante de 32 años se encontraba junto a un grupo de seguidores y activistas, que se habían encerrado con él en el Rectorado y habían intentado dificultar su arresto con barricadas y también a través de la formación de un cordón humano. Sin embargo, a primeras horas de este martes (hora local), la Policía ha identificado uno a uno a los concentrados hasta proceder a la detención de Hasél.
Hasél tenía de plazo hasta la noche del viernes para entregarse voluntariamente y empezar a cumplir su sentencia de nueve meses de cárcel por los mensajes publicados entre 2014 y 2016 en su cuenta de Twitter. No obstante, en una entrevista telefónica con AFP, anunció esa misma jornada que no se presentaría ante la Policía porque ello sería “una humillación”.
“Tendrán que venir ellos a secuestrarme y también servirá para que el Estado quede retratado como lo que es: una falsa democracia”, subrayó el joven catalán.
El cantante ha sido condenado a nueve meses de prisión, seis años de inhabilitación para ejercer cargo público y al pago de casi 30 000 euros de multa.
En varias ciudades, entre ellas Barcelona y Madrid (capital española), se han celebrado manifestaciones en apoyo a Hasél y unos 200 artistas. En esta misma línea, caras conocidas, como el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Javier Bardem y el cantautor Joan Manuel Serrat, han firmado un manifiesto en su defensa, mientras que organizaciones, como Amnistía Internacional (AI), a su vez, han considerado “injusto” y “desproporcionado” el encarcelamiento del rapero.
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