Los científicos señalaron que este montículo fue levantado en al menos tres etapas y la parte observada en dicho estudio corresponde a la última de ellas, erigida entre 2450 y 2300 años antes de Cristo.
A pesar de que se creía que esta elevación era una antigua fosa común de combatientes enemigos, la colocación ordenada de los cadáveres sugiere que se trataría de un monumento a un ejército bien organizado.
El descubrimiento plantea la posibilidad de que otros sitios en el norte y el centro de Siria no hayan sido comprendidos en sus exactas dimensiones, conforme a los autores de la investigación.
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