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''El caso de Milagro Sala es la ilustración más perfecta de lo que se llama ahora 'lawfare'''

(04/07/21 - Pres@s Polític@s)-.Sophie Thonon Wesfreid es jurista y abogada francesa que dedicó gran parte de su vida a defender los familiares de franceses desaparecidos en Chile y Argentina, a perseguir a represores y genocidas, no solamente en suelo europeo.

Como representante de las familias de las monjas Alice Domon y Léonie Duquet logró condenar por contumacia al genocida Alfredo Astiz a cadena perpetua en 1990 en Francia, pero no se pudo cumplir porque Astiz no fue extraditado por el gobierno argentino de entonces debido a que regían aún las leyes que hacían posible la impunidad. En el 2001, Sophie Thonon-Wesfreid junto al abogado William Bourdon aprovecharon la estadía en París del ex secretario de Estado, Henry Kissinger para citarlo como testigo por su implicación en el Plan Cóndor.

La Argentina vive una situación paradojal. Por un lado los juicios a los responsables del terrorismo de Estado continúan y un ejemplo es el del jueves 10 de junio, en el cual cinco genocidas fueron condenados a cadena perpetua y cárcel común, ligado al juicio llamado de la “Contraofensiva montonera”. Por otro lado, Milagro Sala sigue perseguida por una justicia enfeudada al gobernador Gerardo Morales y lleva presa más de cinco años, 2000 días exactamente. ¿Cuál es tu mirada sobre esta situación paradojal?

Pienso que el caso de Milagro Sala es la ilustración, lamentablemente la más perfecta de lo que se llama ahora “lawfare”. Lawfare es una expresión antigua, pero que ahora se está usando mucho la verdadera palabra es: “law war fare” el “war” se perdió, esto significa que son batallas jurídicas contra un enemigo, es decir que no se usan más las armas sino el derecho. Y lo que pasa ahora con Milagro es exactamente la ilustración de esa nueva técnica, que fue muy activa, por ejemplo en Brasil para echar del poder a Dilma Rousseff y después encarcelar de manera definitiva a Lula.

La persecución, el acoso judicial del cual está sufriendo ahora Milagro, no se puede explicar sin razones políticas detrás. Milagro demostró que la movilización popular, – sobre todo la de su asociación Tupac Amaru -, por los medios económicos que pudo movilizar, realizaron un progreso para el pueblo que los poderes tradicionales no hicieron, es decir que Milagro, por primera vez, afirmó el poder y la capacidad de acción de una población, no diría solamente humilde, diría de una población olvidada.

Se arma una contraofensiva, para que esa nueva fuerza política económica que ella representa, no pueda perturbar más el cuadro feudal de esa provincia de Jujuy. Ahora se inventó un nuevo cargo por la ocupación de un terreno público, creo que Campo Verde y la convocaron con 40 horas de antelación. Se organizó un allanamiento en su casa sin la firma de un juez. Hay violaciones constantes del procedimiento penal argentino. Es evidente que esos hechos no se pueden cometer sin la complicidad del poder político. Una cosa que me llamó la atención, y en Francia hay una posibilidad de recusar a los jueces, es que la Cámara de Casación, Sala 4 está dirigida por una prima de la esposa de Morales (Gerardo), se muestra muy bien que hay una alianza de los poderes tradicionales contra la subida del poder popular. Eso se debe, principalmente al hecho de que la obra de teatro trágica, está tomando lugar en una provincia muy feudal y muy pobre de la Argentina, que es una situación distinta  al caso de los genocidas.

Cada vez que tengo oportunidad de hacerlo subrayo que lo que Argentina hizo no solamente ahora, después de la derogación de las dos leyes, sino cuando sube Alfonsín, con la vuelta de la democracia, se decidió organizar con sus propias leyes, sus propios Tribunales y jueces, un juicio a la Junta. Es cierto que fue la cúpula de la Junta, pero todo estaba en marcha para que estuvieran, no solamente los grandes jefes en el banquillo, sino los demás. Luego vinieron las dos leyes de impunidad que cortaron eso. Pero eso es único en la historia. El otro caso similar que conozco es el de Grecia, o bien se juzga de manera casi irrisoria como en Camboya y en otros países. Lo que hizo Argentina en aquel momento  de la historia de la justicia mundial fue excepcional y ahora con la re-apertura de los juicios, Argentina está construyendo una jurisprudencia única para perseguir a los genocidas.

Ahora hay un juicio excepcional, el de la Triple A, en Bahía Blanca. La Triple A, no se considera como “dictadura” pero fue el prolegómeno de la dictadura. La de Argentina es una justicia ejemplar y contribuye a la justicia mundial de manera  excepcional.

Siendo representante de la República Argentina, trabajaste 8 años para lograr la extradición de Mario Sandoval. ¿Cuál fue el elemento clave que te permitió lograr ese propósito? ¿Qué es lo que convenció a la Justicia francesa para que luego el Estado francés acepte extraditarlo?

Tuve efectivamente el honor de representar a la República Argentina en esos juicios, porque Mario Sandoval no perdió ni una oportunidad de usar todos los recursos legales que tenía a su disposición para oponerse al pedido argentino. El obstáculo más importante que se encontró en los juicios, cuando presenté la primera querella, por un francés desaparecido en Chile, en 1998  fue la prescripción, porque por una particularidad del derecho francés, no se podía invocar la figura del crimen de lesa humanidad, que es imprescribtible. Pero hay una jurisprudencia muy perversa del derecho francés que fijó la jurisprudencia según la cual no hay crímenes de lesa humanidad después de 1945, fin de la Segunda Guerra Mundial, hasta la Reforma del Código Penal francés del año 1994. Hay un vacío jurídico total. No voy a entrar en detalle. Es una decisión indigna, vergonzosa, jurídicamente aberrante, pero que nos bloquea. Por eso era imposible presentar la querella sobre ese fundamento porque la prescripción normal en derecho, es de 10 años a partir de la comisión del crimen. Pero la comisión del crimen ¿Cuál era? ¿Cuándo se puede decir que la persona desapareció?  Desaparece cada segundo que no está, y sigue no estando, y esto destruye el argumento de todos los genocidas: “Hay prescripción, pasaron mas de diez años”. Yo diría gracias al caso Mario Sandoval, pues la justicia francesa dio una decisión definitiva, irrevocable, que reconoce que cuando se trata de desaparición de una persona, el punto de partida del reloj de la prescripción empieza cuando se descubre un cuerpo, es decir cuando cesa la desaparición.

Entonces, en el caso de Abriata, que era base del pedido argentino, todavía Hernán Abriata, sigue desaparecido. Este juicio en ese sentido, fijó la jurisprudencia como nunca que servirá para los juicios que se podrían abrir sobre esa misma base.

¿Cómo surge tu relación con América Latina y particularmente con Chile y la Argentina? ¿El General San Martín tuvo algo que ver en esta historia?

Nací en Boulogne Sur Mer, porque el gobierno francés había enviado a mi padre para participar en la reconstrucción de la ciudad que fue totalmente destruida y había una estatua de San Martín en la playa casi frente a mi casa. Una estatua ecuestre, la misma que hay en Buenos Aires que tiene debajo frisos de bronce que cuentan las grandes etapas de la conquista de la libertad llevada a cabo por San Martín y Bolívar. Mi madre me contaba todo lo que había hecho San Martín: el cruce de los Andes, que me impresionó mucho, como Aníbal cruzando Los Alpes. El tema es que hay miembros de mi familia casados con argentinos. Por este motivo, la Argentina, desde mi infancia es el país de más allá. El país de mi imaginación, es otra tierra cercana, que me atrae, que tienta, que hay que ir a ver.

Chile es otra historia. Tiene que ver con el momento de la alianza, de la unión de la izquierda en Chile. Muchos de los franceses que estaban en el colegio, en la Universidad, viajaban allí. En ese marco político, que no era tan sentimental, fui a Chile. Argentina es totalmente otra historia que me llevó a casarme con un argentino, aunque lo del argentino vino después. Argentina es otra tierra en la cual me siento en mi casa.

En la Argentina hay 48 presos políticos. Uno ya murió, Humberto Montero, por Covid 19, en la cárcel. Quedan 47 presos políticos. Quería saber si están trabajando el tema del “law war fare”, me gusta esto de incluir la palabra “guerra” porque sino no se termina de entender de qué estamos hablando. Así como se armó toda una estructura para juzgar a los genocidas, cómo nos podemos defender, porque cualquiera puede caer en las manos de un juez a quien se le ocurra una barbaridad, como han hecho con Cristina Kirchner, como han hecho con tantxs. En el caso de Luis D’Elía, los cables de Wikileaks, el cable 1222 dice que la embajadora (de EEUU) le pidió a Macri prácticamente que lo pusiera preso. ¿Qué alternativa tenemos nosotros para enfrentar este nuevo modelo de sometimiento?

La primera palabra que se me ocurre es la “lucha”. Es muy difícil oponerse, cuando llega a la casa de alguien una orden de detención por una razón u otra, oponerse en el momento con otras armas, a lo que sea. Lamentablemente, es pelearlo en cada momento. Es lo que pasó con Lula. Ahora se cayó ese andamiaje totalmente artificial, pero es cierto que la movilización tiene que ser jurídica, lo que es muy cansador; es pelearse a cada momento; es presentar un recurso de nulidad, porque convocaron a Milagro Sala en 48 horas, otro para anular el pedido de allanamiento porque se hizo sin orden de un juez, es una batalla constante con la movilización de los organismos de Derechos Humanos de Argentina, pero también internacionales. No tengo un arma secreta escondida para luchar contra esa ofensiva del law fare. Es la movilización jurídica y la de todos los organismos nacionales e internacionales.

Por ejemplo, ahora en la conferencia de la Mujer, que se va a realizar en París, a fin de junio en la cual estará el Presidente de la República Argentina, habría que disponer de un pequeño espacio para exponer la situación de Milagro Sala. Para expresar que ella es un pilar feminista que está encarcelada por causas absolutamente artificiales. Morales está  pidiendo siete años de encarcelamiento por el famoso tema de los huevazos. Son penas totalmente delirantes, que no tienen equivalente.

Por Carlos Schmerkin y Néstor Piccone

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