Griffths urgió a que se levanten las restricciones al espacio aéreo de Yemen para permitir la apertura del principal aeropuerto de Saná, la capital, con la meta de que los enfermos viajen al extranjero a recibir los tratamientos médicos pertinentes.
“Se debe reabrir sin condiciones el puerto yemení de Al-Hudayda, siguen los enfrentamientos en la ciudad de Marib y en otras cincuenta frentes”, agregó el funcionario de la ONU.
Entre tanto, de acuerdo con el informe del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), 21 de los 28 millones de yemeníes necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. De ellos, 11,3 millones son menores de edad.
“En Yemen, un niño muere cada 10 minutos por causas prevenibles, incluidas la desnutrición y las enfermedades prevenibles mediante vacunación”, indicó este mismo lunes la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU).
La guerra sangrienta contra Yemen la desató Arabia Saudí y sus aliados en la región en marzo de 2015, con la intención de restaurar en el poder al exmandatario fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi. Esta agresión ha revelado la “verdadera cara” de EE.UU., el Reino Unido y el régimen de Israel en su apoyo a los crímenes saudíes contra el país más pobre del mundo árabe.
El Reino Unido y EE.UU. han sido severamente criticados por prolongar la crisis humanitaria en Yemen, al mantener la venta de armas a Riad, las que se están empleando contra la población civil. Los ataques y el bloqueo impuesto por las autoridades saudíes han convertido a Yemen en un “infierno”. Según la ONU, los yemeníes resisten y hasta han logrado desarrollar sus capacidades militares.
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