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Hallaron instrumentos usados por los antiguos sacerdotes de un templo egipcio para sus ceremonias

(29/09/21 - Arqueología)-.Un equipo de arqueólogos egipcios ha descubierto en el templo de la diosa cobra Uadyet en el yacimiento de Tell el-Farain (la antigua ciudad de Buto), en el delta del Nilo, una serie de objetos que los sacerdotes emplearon en las ceremonias de culto que tuvieron lugar en este santuario.

un equipo de arqueólogos egipcios que excava en el emplazamiento de la antigua ciudad de Buto, hoy conocida como Tell el-Farain (que significa colina de los faraones), en la gobernación de Kafr El-Sheikh, al norte de El Cairo, acaba de exhumar en el templo de esta localidad, dedicado a la diosa cobra Uadyet, una interesante colección de objetos que al parecer se utilizaron en los rituales religiosos que tuvieron lugar en este santuario. Este nuevo descubrimiento ha tenido lugar en el marco de la campaña de excavaciones arqueológicas que las autoridades egipcias están llevando a cabo en distintos yacimientos del país. Mustafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, ha declarado estar impresionado por la importancia del hallazgo, ya que no es habitual encontrar in situ los instrumentos que los antiguos sacerdotes egipcios utilizaron para llevar a cabo sus rituales.

Buto (en egipcio Per-Uadjet) fue capital del Bajo Egipto durante el Período Protodinástico, hasta su conquista por el reino sureño de Nejen, en el Alto Egipto. Posteriormente, durante el Reino Antiguo (2543-2120 a.C.) continuó teniendo cierta relevancia, pero el sitio pasó a ser una población de segundo orden durante los Reinos Medio (1980-1760 a.C.) y Nuevo (1539-1077 a.C.). A partir del siglo VIII a.C., al parecer el lugar recobraría algo de importancia y fue sede de un oráculo. Según explica Mustafa Waziri, Buto fue el hogar tradicional de la diosa cobra Uadyet, deidad tutelar del Bajo Egipto, que junto con la diosa buitre Nekhbet, patrona del Alto Egipto, eran las divinidades protectoras de la realeza (ambas componían el ureo real que los faraones ceñían en su frente).

Por su parte, la diosa vaca Hathor, una de las divinidades más importantes del panteón egipcio, y que a menudo se representa sosteniendo un disco solar, protegía a los reyes y también a las mujeres durante el parto. Por lo tanto, Hathor fue adorada aquí como la "niñera" del dios Horus niño, que también era conocido como el "Ojo de Uadyet".

Entre los instrumentos rituales encontrados hay un pilar de piedra caliza que representa a la diosa Hathor y un grupo de quemadores de incienso de loza.

Los instrumentos rituales que los arqueólogos han localizado en el templo de Tel al-Farain incluyen parte de un pilar de piedra caliza que representa a la diosa vaca Hathor y un grupo de quemadores de incienso elaborados de loza, uno de ellos decorado con la cabeza del dios halcón Horus, hijo de Isis y Osiris, y divinidad con la que se identificaba el faraón en vida. Los objetos descubiertos también incluyen un grupo de vasijas de arcilla que se usaron en los rituales religiosos y ceremoniales realizados en honor de Hathor, una colección de estatuillas que representan a la diosa hipopótamo Taueret, deidad a la que las mujeres se dirigían para quedar embarazadas y tener un buen parto, y al dios lunar Thot, así como una pequeña silla de maternidad, un gran soporte para ofrendas, un Ojo de Uadyet de oro puro y los restos de algunas láminas de oro que se emplearon en el dorado de algunas piezas.

Aymen Ashmawy, responsable del Sector de Antigüedades del Antiguo Egipto, señaló que durante los trabajos los arqueólogos también han sacado a la luz un magnífico grupo marfiles con escenas de mujeres llevando ofrendas, de vida cotidiana, plantas, pájaros y animales, además de un gran dintel de piedra caliza cubierto de textos jeroglíficos, junto con parte de una pintura que muestra a un monarca llevando a cabo rituales religiosos en el templo. También se han descubierto inscripciones jeroglíficas con los cinco nombres del faraón Psamético I (664-610 a.C.) y el nombre de Amasis (570-526 a.C.), ambos de la dinastía XXVI.

Los arqueólogos también han sacado a la luz un magnífico grupo marfiles con escenas de mujeres llevando ofrendas, de vida cotidiana, plantas, pájaros y animales.

Hossam Ghoneim, director general de Antigüedades de Kafr El-Sheikh y director de la misión arqueológica, ha añadido que en el transcurso de las excavaciones también se descubrieron un gran pozo de piedra caliza pulida que se usó para contener el agua sagrada y un baño de época ptolemaica hecho con ladrillos de barro que consta de una tina, un recipiente y un lugar para calentar el agua destinada a los rituales.

Por Carmé Mayans

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