En la pandemia toda la sociedad ha hecho un gran esfuerzo por sostener la salud y la economía, sobre todo como ocurre siempre, los que menos tienen. Del otro lado están los que ganaron fortunas, corporaciones que pueden ser contadas con los dedos de una mano, y entre ellas, las que concentran el mercado alimenticio teniendo en su poder casi toda la distribución y comercialización de alimentos en el territorio nacional.
A estos últimos solamente se les está exigiendo que no especulen con los precios mientras los y las de abajo sufren los efectos de esta crisis profunda que atraviesa el mundo y especialmente nuestro país. Que no sigan aumentando algunos productos estratégicos para garantizar un acceso justo a los alimentos para las familias que peor la están pasando.
Por eso esta mañana nos movilizamos a la planta de Arcor en Mar del Plata, a la planta Molinos Río de La Plata en San Fernando y al supermercado COTO de Pompeya para avanzar en el cumplimiento del control de precios. Además, llevamos adelante ferias y verdurazos en distintos puntos del país para mostrar que otro modelo de producción de alimentos es posible desde la economía popular.
“No se puede seguir especulando con el hambre y la necesidad del pueblo”, detalló Dina Sánchez, secretaria general adjunta de UTEP desde el COTO de Pompeya y agregó: “Estas empresas son las que se enriquecieron muchísimo más en la pandemia. Cuando había gente que no podía salir a laburar y no podía garantizar el mango, estas empresas especularon constantemente con los alimentos. Por eso estamos acá, para que se lleve adelante el control de precios”
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