El viceministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen, Husein al-Azi, indicó el jueves en Twitter que 1500 milicianos allegados a la coalición saudí, respaldada por Estados Unidos, y fuerzas del expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi en Marib, entraron en Saná, la capital yemení.
“Casi 1500 de los amados hijos de Marib regresaron a Saná. Honramos la llegada de estos seres queridos y les decimos que son bienvenidos a casa”, afirmó Al-Azi.
En este contexto, miembros de las tribus de la ciudad de Al-Abdiya, en la provincia de Marib, que acaban de ser liberados de las manos de los mercenarios afines a la coalición agresora saudí-emiratí, se reunieron el jueves con el líder del movimiento popular yemení Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi.
Como fruto de este encuentro, el dirigente yemení ordenó la liberación de los 25 de cautivos de guerra de la coalición saudí, residentes de Al-Abdiya, según informaron los medios locales.
Ansarolá vuelve a recalcar que la retirada de las fuerzas de ocupación y el fin de la agresión saudí es el “preludio del establecimiento de la paz en Yemen”.
Durante la semana pasada, decenas de fuerzas y oficiales afiliados al gobierno dimitido entraron en Saná después de separarse de la coalición saudí, declarando lealtad al Ejército y a los comités populares, en particular, Ansarolá.
Entre ellos se encontraban Saleh Ali Hilal, jefe de seguridad en la oficina de oficiales del gobierno de Hadi en Marib, y el coronel Raid Saleh, comandante del Quinto Batallón de fuerzas especiales.
Yemen está sumido en varias crisis desde el inicio de la agresión lanzada por Arabia Saudí y sus aliados árabes en marzo de 2015. Sin embargo, transcurridos más de seis años, el país sigue ganando terreno ante los mercenarios y las fuerzas afiliadas a Mansur Hadi.
El Ejército de Yemen, apoyado por Ansarolá, han prometido recuperar todo el territorio nacional de los agresores saudíes y garantizar que el país sea libre e independiente.
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