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Descubrieron sorbetes de oro y plata de cinco mil años de antig[uedad

(02/02/22 - Arqueología)-.Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Academia Rusa de las Ciencias ha llegado a la conclusión de que unos largos tubos descubiertos en un túmulo funerario en 1897 no son cetros, sino dispositivos para beber en comunidad.

En 1897, el arqueólogo ruso Nikolay Veselovsky hizo un descubrimiento sorprendente mientras excavaba en un túmulo funerario (kurgan) descubierto en la ciudad de Maikop, perteneciente a la antigua cultura que surgió en esta región, al noroeste del Cáucaso, entre los años 3700 y 2500 a.C. Se trataba de un conjunto de tubos de metal de un metro de largo, algunos de ellos unidos a pequeñas figuras de toros. Pero ¿para qué servían? Hasta ahora, los científicos no han sido capaces de dar con el propósito de esos tubos, pero una nueva investigación, que acaba de publicarse en la revista Antiquity, encabezada por Viktor Trifonov, arqueólogo del Instituto de Historia de la Cultura Material de la Academia Rusa de Ciencias en San Petersburgo, sugiere que estos curiosos objetos habrían sido usados para beber cerveza de un recipiente comunal.

Parte de un ajuar funerario

Esas "pajitas" tienen aproximadamente 5.500 años de antigüedad y aparecieron durante la excavación que Veselovsky llevó a cabo en Maikop de un gran kurgan (de 10 metros de alto y una circunferencia de casi 200 metros) con tres estancias, cada una de las cuales contenía los restos y el ajuar funerario de un individuo. La cámara más grande albergaba el ajuar más lujoso, que incluía cientos de cuentas de piedras semipreciosas y oro, vasijas de cerámica, copas de metal, armas y herramientas. La mayoría de objetos se alineaban apoyados en las paredes de la cámara. Los tubos, sin embargo, se dispusieron junto al difunto, en su lado derecho, en el interior de unas cajas. En total se trataba de ocho tubos largos de metal, cuatro de los cuales estaban decorados con una estatuilla de toro, de oro o plata. "Los tubos finos no son tan simples como parecen a primera vista. Incluso [las] ​​exquisitas figurillas de toros unidas a ellos pueden ser tanto una decoración como un elemento técnico para equilibrar el dispositivo"", afirma Trifonov.

Los tubos se dispusieron junto al difunto, en su lado derecho. En total se trataba de ocho tubos largos de metal, cuatro de los cuales estaban decorados con una estatuilla de toro, de oro o plata.

Durante décadas, los arqueólogos se han preguntado si estos singulares tubos eran cetros, postes para sostener un dosel o incluso un haz de varillas en las que se encajarían puntas de flecha. Pero a Trifonov y sus colegas no les convencía ninguna de estas explicaciones ya que los tubos eran huecos. ¿Por qué? Para ellos, la respuesta era evidente: aquellos largos tubos probablemente eran "pajitas" empleadas para beber, es decir, objetos diseñados para "sorber" una bebida, muy probablemente cerveza.

Los autores del estudio están convencidos de ello y creen que esto encajaría con los descubrimientos arqueológicos que se han realizado en otros lugares. Por ejemplo, en el Próximo Oriente, los pueblos antiguos fermentaron la cebada para conseguir cerveza hace unos 13.000 años. La elaboración de esta bebida a gran escala comenzó en el oeste de Asia entre el V y el IV milenio a.C., y existen impresiones de sellos de esa época en los actuales Irak e Irán que muestran a personas bebiendo con pajitas. Otras pruebas sobre la función de estos tubos es el descubrimiento en las tumbas reales de Ur, concretamente en la tumba de la reina Puabi, que vivió hace unos 4.500 años, de unas pajitas largas. Esto demostraría que los antiguos sumerios bebían cerveza a través de largos juncos, posiblemente en reuniones sociales.

Beber como en Mesopotamia

Para llevar a cabo su investigación, el equipo tomó muestras de residuos del interior de uno de los artefactos y halló evidencias de gránulos de almidón de cebada, partículas de cereal y un grano de polen de tilo. Sin embargo, los investigadores no pueden asegurar que la cebada se fermentase y se convirtiese en cerveza, por lo que "estos resultados deben tratarse con precaución, ya que se necesitarán más análisis", señalan en el estudio. Aun así, "el diseño, la cantidad de tubos, el análisis de residuos y varias similitudes críticas con las pajitas sumerias nos llevaron a concluir que los tubos de Maikop son pajitas para beber", afirma Trifonov. Es probable que el individuo enterrado en el kurgan de Maikop bebiera con sus amigos, puesto que "el arte del Próximo Oriente desde el III milenio a.C. en adelante muestra representaciones de pajitas largas colocadas en un recipiente comunal, lo que permite que las personas de pie o sentadas cerca beban juntas", explica el investigador. Trifonov añade que además los tubos de Maikop tienen coladores de metal que "ayudarían a filtrar las impurezas comunes en la cerveza antigua".

Es probable que el individuo enterrado en el kurgan de Maikop bebiera con sus amigos, puesto que el arte del Próximo Oriente desde el III milenio a.C. en adelante muestra representaciones de pajitas largas colocadas en un recipiente comunal.

Estos "elegantes dispositivos para beber", como los ha definido Trifonov, descubiertos en Maikop, son unos mil años más antiguos que las siguientes pajitas más antiguas documentadas, las del Cementerio Real de Ur, según el estudio. "Estos hallazgos contribuirán a una mejor comprensión de los comienzos tempranos de los banquetes rituales y la cultura de la bebida en las sociedades jerárquicas", asegura el investigador. Estas curiosas pajitas se exhiben hoy en día en el Museo Estatal del Hermitage, en San Petersburgo.

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