“Cuando tienes precios de energía estadounidenses que son mucho más bajos que los nuestros y su productor de hidrocarburos [refiriéndose a Estados Unidos] los vende 3 o 4 veces más caro de lo que lo vende a sus industriales”, fustigó el viernes Macron durante una conferencia de prensa.
El mandatario galo ofreció estas declaraciones después de la cumbre de Unión Europea (UE) en Bruselas, la capital de Bélgica, que comenzó el jueves, con el fin de definir las medidas para hacer frente al aumento de los costos de energía.
Macron denunció que “existe un doble rasero implícito” en la medida estadounidense de poner un precio para sí y otro para el resto y consideró que esta supone un verdadero problema de acercamiento y sinceridad en el comercio transatlántico, por lo cual, agregó que trataría el tema durante su visita a Estados Unidos, prevista para principios de diciembre.
Las palabras de Macron se producen en momentos en que la crisis energética en Francia se ha recrudecido, de modo que los ciudadanos galos han salido a las calles para exigir soluciones al aumento del coste de energía.
Pero no es solo Francia, los demás países europeos se enfrentan a una crisis energética profunda, producto de las sanciones con efectos adversos de Occidente contra Moscú tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado.
De hecho, los embargos que tuvieron como finalidad debilitar la economía de Rusia, han tenido efecto búmeran, puesto que desde junio Moscú ha iniciado el corte del flujo de gas a países europeos, tal como había prometido, que no paguen la energía en rublos.
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