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Comenzaron los alegatos en el juicio por el crimen del militante Horacio Benavides en la dictadura

(22/06/23 - Lesa Humanidad)-.La querella de la familia de Horacio "Chupete" Benavides, estudiante de abogacía y militante peronista asesinado durante la última dictadura militar, comenzó hoy su alegato ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 2 de La Plata y adelantó que pedirá sentencias condenatorias para el exministro bonaerense Jaime Smart y para los dos expolicías imputados por el hecho.

Benavides militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) -una agrupación de superficie de la organización Montoneros- y estudiaba derecho en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), donde fue compañero de los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

"Chupete" Benavides, de 22 años, que además trabajaba en el Departamento de Transmisión Gratuita de Bienes, dependiente del Ministerio de Economía bonaerense, fue asesinado el 30 de septiembre de 1976.

Por el crimen están imputados los expolicías bonaerenses Walter Omar Ale y Juan Nazareno Risso y el exministro de Gobierno bonaerense, Jaime Lamont Smart.

Los expolicías Ramón Carlos Velasco y Carlos Emilio Bordalonga también estaban imputados en el hecho pero fallecieron ambos durante el 2020, mientras que Miguel Etchecolatz, también imputado, murió en el 2022.

Por este asesinato, los expolicías fueron ascendidos y felicitados por sus superiores en sus legajos, donde consta que "haciendo gala de valentía y excelente disposición para con el cumplimiento del servicio, lograron erradicar del seno de la sociedad a individuos de extrema peligrosidad".

"Vamos a pedir la condena de Walter Omar Ale, Juan Nazareno Risso y Jaime Lamont Smart", adelantó el abogado Pablo Llonto, querellante en representación de la familia Benavides, al empezar su alegato.

El letrado exhibió una foto de Horacio junto a sus padres y hermanos y afirmó "ésta es la familia que destruyeron hace 47 años".

"Y este es el recorte del diario local El Día sobre los hechos. Ahí está la mentira que el Tribunal derribará con una sentencia condenatoria que desde ya pedimos", remarcó el abogado mientras mostraba un recorte del matutino platense que titulaba "Fue abatido un jefe subversivo durante el tiroteo de 13 y 51".

Llonto dijo: "abatir, abaten, ultiman...esas eran las conjugaciones de los verbos que usaban los genocidas en 1976".

"Pero aquí, en este debate esa mentira se terminó. Y decimos esto porque este debate oral no sólo sirvió para demostrar la responsabilidad penal de los 3 imputados, también sirvió para deshacer las acciones de ocultamiento de la verdad, del comunicado y la acción psicológica que se intentó mostrar a la población de un falso enfrentamiento".

Destacó que en el comunicado oficial emitido en esa oportunidad se decía que "el muerto fue identificado como Horacio Alejandro Benavides, delincuente intensamente buscado".

"Esa frase lo dice todo, a Horacio Benavides lo buscaba y en esa frenética y desmedida búsqueda arrasaron con todo, consumaron detenciones ilegales, torturas, centros clandestinos hasta dar con él para matarlo", apuntó Llonto.

Afirmó que "llegaron a Benavides con información obtenida bajo tortura, con esa herramienta maldita que era la picana, las patotas salieron a buscar al blanco que era Horacio Benavides".

Así se refirió Llonto a la "cacería" que pusieron en marcha las fuerzas represivas para dar con el militante peronista e integrante de una lista del centro de estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas de La Plata, donde estudiaba derecho.

Varios compañeros de militancia estudiantil ya habían sufrido secuestros ilegales y el 21 de septiembre de 1976 la patota se presentó a la casa de los Benavides buscando a Horacio, pero al no encontrarlo se llevaron a Marcelo, en ese entonces de 18 años, a quien torturaron en el ex centro clandestino de Arana para que les dijera dónde estaba su hermano.

Bajo tortura, la patota averiguó la dirección de Horacio, que se había casado recientemente, por lo que ya no vivía con sus padres y hacia allí fueron, pero Horacio escapó y no pudieron capturarlo.

"Esa era la cacería de los grupos de tareas que integraban los imputados de esta causa, que en su cúpula tenían a Jaime Lamont Smart", precisó.

Llonto recordó que los dos expolicías imputados "fueron premiados, felicitados por el crimen cometido pero fueron tan rústicos en su accionar que al desarrollar su explicación de lo ocurrido pusieron que había muerto el sargento Sánchez y en los legajos pusieron que ´cayó abatido por balas fratricidas´, quiere decir balas hermanas (en alusión a balas policiales)".

"Este juicio oral sacó a la luz la verdad material de lo ocurrido y por eso la trascendencia de una sentencia donde se plasme 47 años después la verdad de lo ocurrido para probar la criminalidad de los hechos por los que fueron felicitados, por un crimen que quisieron mostrar de otra manera en esa acción psicológica", afirmó.

Nazareno Castro, otro de los integrantes de la querella de la familia Benavides, se ocupó de trazar un perfil de la víctima y describió su asesinato ocurrido el 30 de septiembre de 1976, en las calles 12 entre 50 y 51 de La Plata.

Por razones de agenda del Tribunal Oral Federal 2 de La Plata, integrado por Enrique Méndez Signori, Nelson Jarazo y José Antonio Michilini, la querella no pudo concluir su alegato y lo continuará el próximo miércoles 28 de junio.

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