(13/06/23 - Lesa Humanidad)-.Dos trabajadores de Propulsora Siderúrgica de la ciudad de Ensenada relataron hoy en un juicio sus padecimientos en el excentro clandestino que funcionó en el Cuerpo de Caballería de la ciudad de La Plata durante la última dictadura cívico militar.
Se trata de Jorge Arri y Carlos Jalaris, secuestrados el 24 de marzo de 1976, quienes estuvieron prisioneros en uno de los dos excentros clandestinos platense cuyos delitos allí cometidos aborda el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, a cargo de la presidenta Karina Yabor, la primera mujer que juzga este tipo de crímenes en la capital bonaerense.
Por los delitos en el Cuerpo de Caballería de 1 y 60 y en la comisaría 8va. de La Plata están imputadas 18 personas, de las cuales la mayoría son militares y hay dos civiles: el exministro de Gobierno bonaerense Jaime Lamont Smart y Carlos "El Indio" Castillo.
Castillo fue integrante de la banda parapolicial Concentración Nacional Universitaria (CNU), que en el período inmediato anterior a la dictadura secuestró y asesinó a militantes populares que pertenecían a organizaciones peronistas y de izquierda, hechos por el que ya purga una condena a prisión perpetua.
"El 24 de marzo de 1976 se presentaron en mi casa de Berisso los soldados, me encontraron durmiendo, me levantaron y me llevaron a un micro y de ahí a Prefectura en Ensenada, siempre con los ojos tapados", comenzó a relatar Arri.
Recordó que "nos hicieron tirar boca abajo y violaron a dos chicas los soldados. A nosotros, nos caminaban por la espalda con sus borcegos".
"Uno de los detenidos pidió ir al baño y le dijeron que se hiciera encima y le pegaron hasta que vieron el charco y tuvo que orinarse encima", apuntó.
Arri, jefe de turno de Propulsora, precisó que luego los trasladaron a dependencias de 1 y 60, "donde estuve todo el tiempo esposado, nos quitaban una esposa y así comíamos; no sabíamos qué comíamos pero comíamos porque si no, nos moríamos de hambre".
"A veces nos sacaban a un patio y simulaban fusilarnos. Decían: ´preparen, apunten.....´, y nada. ´Bueno, mejor mañana´ decían. A otros compañeros los llevaron a una casa y les daban picana para que declaren alguna cosa", detalló.
Arri fue trasladado a la unidad carcelaria 9 de La Plata y relató que lo peor fue el ingreso, cuando fueron obligados a caminar entre dos filas de militares que los golpearon con armas y palos y les dieron patadas.
"Lo peor fue la salida, En Propulsora me ofrecían dinero pero yo quería regresar a mi trabajo. Estuvimos así 3 meses hasta que tuve que firmar que renunciaba y agarré la indemnización porque necesitaba el dinero", relató el sobreviviente.
Arri quiso conseguir trabajo en una línea de transporte de pasajeros "pero se ve que alguien les dijo que había estado preso y me echaron. Lo mismo pasó en una hilandería, así que empecé a trabajar de plomero, albañil, de lo que sea".
Luego declaró otro sobreviviente, Carlos Jalaris, también trabajador de Propulsora, donde su hermano Rubén era delegado de los trabajadores.
"Ya habían venido a buscarme dos veces y el 24 de marzo de 1976 estaba en casa de mi madre con un amigo, a las 13, viendo el partido Argentina-Rusia, cuando vi por el ventanal que paraban varios Falcon verdes con personal uniformado y de civil con armas", explicó.
El hombre logró huir por los fondos de la casa, pero al pensar que en la vivienda quedaban su madre y su amigo decidió entregarse. Lo redujeron a culatazos, le taparon la cabeza "y me llevaron a la República de los Niños (parque tradicional de La Plata), y sé que estaba allí por el sonido al cruzar las vías del trencito".
Tras varias horas de estar encerrado en una habitación y vendado, Jalaris fue trasladado en la parte de atrás de un Falcon al Cuerpo de Caballería de 1 y 60, contó.
"Nos metieron en una pieza, éramos 18, 20 presos. Ya no estaba vendado y en un patio reconocí al comisario de (la localidad) de Gonnet, Rubén Sánchez, pero no pedí hablar con él ni nada. De ese cuarto nos llevaron a un lugar donde nos sacaron nuestras pertenencias y luego a un lugar tipo hangar, donde me esposan a una cama; una semana estuve así, comiendo con una mano de la que me quitaban las esposas", precisó.
El dato aportado por este hombre motivó que la fiscalía pidiera al Tribunal que se libre oficio al Ministerio de Seguridad bonaerense para que detalle el personal que cumplió funciones en la comisaría de Gonnet desde 1976 a 1980, lo que fue consentido por Yabor.
Recordó que en 1 y 60 también había mujeres detenidas. "No las veía a las mujeres pero las sentía gritar, mucho gritaban. Decían que las habían empalado", dijo con pesar.
Jalaris perdió la visión de un ojo debido al cautiverio, ya que no se le permitió tratamiento alguno para una herida que tenía por un accidente anterior a su captura. "También perdí los dientes por los culatazos. El odontólogo me dijo que tenía todas las raíces muertas por los golpes, por eso se me caían los dientes", detalló. Jalaris fue interrogado sobre el paradero de su hermano Rubén, y por unos panfletos políticos que habían encontrado en el locker del trabajo.
Como Arri, fue trasladado al penal 9 de La Plata. Al ser liberado sufrió un nuevo intento de captura que pudo evitar, tras lo cual decidió irse a Mar del Plata ya que también fue despedido de Propulsora.
"Lo peor fue el daño psíquico; me aferré a no salir a ningún lado. A Buenos Aires no quise ir nunca más. Murió mi madre y sigo en el chalet, no salgo del chalet", reveló.

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