(25/09/23 - Memoria, Verdad y Justicia)-.La ex diputada y ex candidata a Presidenta, Patricia Walsh, hija del autor de "Operación Masacre" y la "Carta abierta a la Junta Militar", habló con Télam sobre la vida y muerte de su hermana María Victoria, "Vicki" para los que la conocieron de cerca, a quien admiró desde pequeña y por quien hoy sigue peleando por justicia al cumplirse esta semana 47 años del megaoperativo que puso fin a su vida.
"Estamos hablando de mi hermana mayor, alguien que fue una referencia muy importante para mí en mi infancia. La recuerdo como alguien a quien admiraba y quería mucho", comenzó la conversación con la exdiputada que durante su paso por el Congreso tuvo un rol clave en la anulación de las leyes de impunidad.
Al evocar su niñez en la ciudad de La Plata, recordó su paso por la primaria en un colegio inglés de doble turno en el que Vicki se destacó por ser "muy buena alumna", "la mejor de su grado" y por hacer cosas que a Patricia le generaban "mucha admiración" y la llevaban a imitarla.
"Una de ellas fue que terminó la escuela primaria y decidió dar primer año de secundaria libre porque sentía que ella estaba más adelantada. Convenció a mi madre de dar el primer año libre, así lo hizo, y eso que eran un montón de materias. Mi mamá se reía y siempre terminaba diciéndole que sí", relató Patricia sobre el vínculo de complicidad que las unía con Elina Tejerina, madre de ambas y primera mujer de Walsh.
A sus 22 años, 'Vicki' ingresó al diario La Opinión, donde la terminarían eligiendo como delegada sindical, rol que la llevaría a confrontar en más de una oportunidad con su director, Jacobo Timerman.
"Era una buena periodista, súper inteligente, no pasaba desapercibida. Escribía sobre ciencia y técnica porque había estudiado medicina pero naturalmente la militancia política se convirtió en lo más importante para ella", describió Patricia.
Su padre hizo la misma evaluación de su hija en "Carta a mis amigos", donde además destacó que Vicki "se distinguía por decisiones firmes y claras" y que sería la militancia con su acercamiento a la pobreza extrema de las villas miserias lo que la condujo a un "ascetismo que impresionaba".
Fue también la militancia lo que la llevaría a conocer a un integrante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Emiliano Costa, de quien se enamoró y con quien se casó en enero de 1975 y tuvo a su única hija, Victoria.
Costa fue detenido en abril del 75 cuando Vicki ya se encontraba embarazada y fue liberado recién en el año 1982.
Ya como responsable de la prensa sindical de la organización Montoneros, en la clandestinidad y con Costa preso, Vicki se apoyó fuertemente en su madre y hermana para las tareas de cuidado de la pequeña Victoria.
"Cuidábamos con mucha frecuencia a mi sobrina, se quedaba a dormir en nuestra casa en Márquez y Fondo de la Legua, en San Isidro, donde vivía con mi compañero de aquel entonces, Jorge Pinedo", relató Patricia.
Tras el golpe del 24 de marzo de 1976, las hermanas Walsh tuvieron que extremar las medidas y recaudos para verse.
"Ella estaba viviendo sola en un pequeño departamento pero con mucha frecuencia -diría que casi semanalmente- nos encontrábamos y me dejaba a Victoria. Sabía de ella pero no sabía su dirección, nunca supe hasta el día de hoy", contó Patricia sobre los últimos encuentros.
La mañana del 29 de septiembre de 1976, un día después de su cumpleaños, Vicki murió junto a cuatro miembros del secretariado político de Montoneros en un megaoperativo conjunto de las FFAA en una casa que alquilaban a la familia Mainer, donde se disponían a tener una reunión. Su beba de poco más de un año estaba ese día con ella.
"Mi hermana era sumamente responsable en cómo se comportaba con su hija, las reuniones y su compromiso político. Mi sobrina no participaba cuando ella tenía reuniones, pero esa vez, como cumplía 26 años, llevó a su hijita para que participara del cumpleaños que le celebraron la noche anterior", contó Patricia.
La noticia se publicó días más tarde y el primer medio de comunicación que sacó el comunicado del Primer Cuerpo de Ejército fue el diario La Razón en su edición vespertina, información que fue replicada en la radio.
"Recuerdo que estaba lavando los platos en la cocina del departamento de San Isidro embarazada de mi segundo hijo Mariano, cuando Jorge (Pinedo) entró. Lo veo y ya cuando lo miro me doy cuenta que está desencajado. Él no se pudo contener y me dijo 'Mataron a tu hermana'. Ahí el tiempo se detuvo, esa frase me dejó paralizada, no podía ni siquiera soltar el plato que tenía en la mano", evocó Patricia sobre el modo en que se enteró de la muerte de Vicki.
La angustia sería aún mayor cuando junto con su madre confirmaron que la pequeña Victoria estaba con ella en el momento del operativo.
"Fue terrible la preocupación que teníamos, no sabíamos que había pasado con mi sobrina, si estaba viva, si se la habían llevado. Dónde estaba ni con quién", relató Patricia.
Fue a través del padre de Costa, un comodoro retirado de nombre Miguel que tenía contactos en las tres fuerzas, que pudieron dar con el paradero de la bebé.
El abuelo paterno de la niña logró ponerse en comunicación con el propio coronel Roualdes, quien había estado a cargo del operativo de la calle Corro.
Roualdes le informó que la beba estaba bien y citó al padre de Costa y a la madre de María Victoria Walsh a la sede del Cuerpo I del Ejército, en Palermo.
"La esperé a pocas cuadras en el bar Kentucky, sobre la avenida Santa Fe, sumamente preocupada por ella porque estaba entrando a una sede militar y aunque no tuviera ninguna militancia política los familiares no estaban a salvo. Al salir, el padre de Emiliano fue a recuperar a mi sobrina al lugar donde le dijeron que estaba, en Villa Martelli", rememoró Patricia.
Su madre le contaría tiempo después que le había impactado el cinismo de Roualdes.
Patricia recordó que el segundo jefe de la subzona Capital Federal según la estructura represiva de la dictadura le llegó a decir a su madre que él "sabía lo que era el sufrimiento por la muerte de un hijo porque había perdido a un hijo en un accidente, esquiando".
Roualdes falleció sin ser citado por la justicia por las muertes y secuestros de Corro a pesar de haber sido uno de los máximos responsables.
A 47 años de los hechos y con una causa abierta hace ocho, la Justicia tiene procesados con prisión preventiva a seis exintegrantes del Ejército.
A la espera del inicio de la etapa oral, Patricia reclamó que "los juicios se puedan llevar a cabo, se dicte sentencia y se cumplan las condenas".
Y agregó que espera, finalmente, "tener algo más que una lista de genocidas con prisión domiciliaria, cuyos juicios no se concretan".
"Vicki pudo elegir otros caminos, que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella: vivió para otros, y esos otros son millones", escribió Rodolfo Walsh al despedir a su hija Victoria desde la clandestinidad.
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