(26/09/23 - Memoria, Verdad y Justicia/Reportajes, Por Juan Rapaciolli)-.El periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) habló con Télam sobre la obra y el oficio de Walsh, detenido y desaparecido el 25 de marzo de 1977 por un grupo de Tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada en la última dictadura militar.
"Su trascendencia no solo tiene que ver con la investigación sino con la extraordinaria calidad de su escritura, un poco a la manera de lo que ocurrió en el siglo anterior con Sarmiento y José Hernández", asegura Horacio Verbitsky, compañero de redacción de Rodolfo Walsh en el diario Noticias y en la Agencia de Noticias Clandestina (ANCLA), al cumplirse 40 años de la desaparición del autor de "Operación masacre".
El periodista y presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) habló con Télam sobre la obra y el oficio de Walsh, detenido y desaparecido el 25 de marzo de 1977 por un grupo de Tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada en la última dictadura militar.
"Walsh es un cuentista extraordinario, a la altura de los pocos grandes. En una encuesta entre escritores y críticos que realizó Sergio Olguín a principios de siglo, la mayoría eligió a 'Esa Mujer' como el mejor cuento de la literatura argentina, por encima de los de Borges y Cortázar", sostiene el autor del emblemático libro "Ezeiza".
Entre los "escritores comprometidos" o "escritores militantes", Walsh es el más importante. ¿Por qué en la historia de nuestro país no hay otro que haya tenido esa capacidad de intervención?
No estoy seguro si han trascendido menos o si el interés es más circunscripto a quienes leen literatura, que no son tantos como quienes se interesan por la política. En todo caso forman parte de un corpus único y Rodolfo cada vez creyó menos en la división de géneros. Te propongo que hagas la prueba de pedir a cierto número de personas que nombren un cuento de Walsh, uno de Cortázar, uno de Borges, uno de Bioy, a ver qué responden. No se si a él le gustaría esa definición o preferiría que se lo citara como un militante que escribía. Walsh siempre abominó el panfleto y trabajó con esmero la forma, puliendo cada texto en forma obsesiva. En el célebre reportaje de Piglia lo dice en forma explicita, no hay límites para la búsqueda de la calidad expresiva en un texto testimonial. En cuanto a la capacidad de intervención, no sería tan optimista. "Los asesinos probados pero sueltos", dice en una de las reediciones de "Operación Masacre", lamentando que su investigación no haya servido para que se hiciera justicia. Lo mismo vale para "Caso Satanowsky", para "¿Quién mató a Rosendo?" y para su "Carta Abierta a la Junta Militar". Más que incidir en el momento de los hechos contribuyeron a fijarlos en la memoria social de modo retrospectivo. Creo que era consciente de ello y por eso en el final de la Carta dice que la escribe sin esperanza de ser escuchado. Y en ese sentido, su trascendencia no solo tiene que ver con la investigación sino con la extraordinaria calidad de su escritura, un poco a la manera de lo que ocurrió en el siglo anterior de Domingo Sarmiento y José Hernández.
¿Qué significa su desaparición para la historia social, cultural y política de la Argentina?
En el aniversario 40 de la carta, el sábado 25 presentaremos en la EXMA una muestra con documentos tanto sobre esa prosa militante como sobre su literatura, con la reconstrucción de su último cuento, "Juan se iba por el río", gracias a los recuerdos de la compañera de Walsh, Lilia Ferreyra, a quien Rodolfo se lo leyó al terminarlo, y de Martín Gras, que lo leyó en la EXMA donde vio todo lo que los marinos robaron en la casa de San Vicente. No pierdo la esperanza de encontrar algún día ese cuento detenido-desaparecido.
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