(20/03/24 - Laborales/Gestión Milei)-.La Federación de Trabajadores Agrarios de la República Argentina, FETARA, con la firma de su Secretario General Ernesto Ojeda y su Secretaria Adjunta Ana Cubilla, emitieron un duro comunicado en el que cuestionan la medida del gobierno ultraderechista de Javier Milei impulsar la importación alimentos.
FETARA se opone a esta decisión gubernamental al sostener que el alimento es soberanía y que, obviamente resignar la fabricación de alimentos es resignar soberanía.
A continución el comunicado de pensa de Fe.T.A.R.A:
La reciente decisión del presidente Javier Milei de abrir indiscriminadamente las importaciones de alimentos, no solo destruye de manera criminal una buena parte de la industria local alimenticia, con el consecuente impacto en la fuente de trabajo de cientos de miles de familias de distintas ciudades de la Argentina, sino que pone en serio riesgo una gran cantidad de producciones agropecuarias, condenando a la miseria a los ya históricamente castigados trabajadores y trabajadoras de la tierra.
Los trabajadores agrarios organizados en Fe.T.A.R.A. somos conscientes de la trascendencia de nuestro aporte para garantizar la producción y el acceso a los alimentos para las familias en la Argentina. No solo es nuestra legítima fuente de trabajo, nuestro sustento material y económico como familias trabajadoras, sino que el trabajo agrario, el contacto con nuestra tierra para brindar alimentos, es nuestra identidad cultural; es la idiosincrasia de miles de comunidades que tienen arraigo en el interior de nuestra Patria.
Somos y queremos seguir siendo protagonistas de un sector estratégico para el sostenimiento de la unidad del pueblo argentino y tenemos la convicción de que el acceso al alimento suficiente, sano, sustentable y a precios justos para todos los habitantes de esta tierra, es la base esencial de la construcción de una Patria Justa, Libre y Soberana.
Desde lo profundo de cada región productiva de nuestra Nación, con toda nuestra historia de luchas, de injusticias sufridas y de invisivilización, queremos hacer oír nuestra voz de alerta y preocupación por lo que se presenta como una verdadera catástrofe para cientos de miles de familias trabajadoras y productoras de alimentos en las distintas regiones rurales de nuestro país.
Sentimos que somos parte de la construcción de la soberanía, en cuanto nuestro trabajo aporta a la posibilidad de decidir como pueblo qué producimos, cómo lo hacemos, con qué tecnología, preservando nuestra tierra, nuestra agua y los bienes naturales que hacen a nuestro entorno de vida. Defendemos la soberanía nacional de esa forma, la de esta
generación y las generaciones venideras, con profundo respeto por nuestra experiencia histórica ancestral.
Por eso también nos alerta, nos moviliza y nos motiva mayores niveles de compromiso y organización, el hecho de asistir a políticas que destruyen nuestra fuente de trabajo con la apertura de las importaciones alimenticias, de carnes, de frutas, verduras o productos elaborados, al mismo tiempo en que a la vista y paciencia de todos, el gobierno nacional -por ejemplo- le entrega nuestras principales vías navegables al control de los Estados Unidos de Norteamérica.
Porque vivimos de la tierra y en la tierra, porque sentimos y palpitamos nuestra historia en hermandad con nuestros ríos y mares, rechazamos estas políticas de entrega que nos llevan a la desaparición como pueblo y como Nación políticamente soberana.
Publicar un comentario