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La tecnología láser logró revelar la grandeza arqueológica de Guiengola, la ciudad sagrada de los zapotecas

(08/03/25 - Arqueología)-.La antigua ciudad zapoteca de Guiengola ha sido objeto de numerosas interpretaciones históricas y arqueológicas. Aunque, tradicionalmente, se había considerado una fortificación militar, recientes estudios en los que se ha aplicado la tecnología LiDAR han revelado una ciudad monumental de 360 hectáreas con una organización urbana de notable complejidad.

Un asentamiento estratégico

Guiengola fue una ciudad zapoteca del período Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.). Se construyó entre los siglos XIV y XV d.C. durante la migración zapoteca al istmo de Tehuantepec, México. Su ubicación estratégica, en una zona de difícil acceso, respondió a necesidades defensivas y políticas, en un contexto marcado por los conflictos entre los zapotecas y los mexicas.

La civilización milenaria de los zapotecas

Los zapotecas fueron una de las civilizaciones más importantes de Mesoamérica, con una historia que se remonta al periodo Preclásico (1500 a.C.-200 d.C.). Su cultura se consolidó en los Valles Centrales de Oaxaca, donde fundaron Monte Albán, una de las primeras ciudades-estado de la región. Desarrollaron un sistema de escritura jeroglífica, un calendario preciso y avanzadas técnicas agrícolas.

La sociedad zapoteca estaba estructurada jerárquicamente, con una élite gobernante que controlaba los centros urbanos y un pueblo dedicado a la agricultura, el comercio y la artesanía. A lo largo de los siglos, los zapotecas expandieron su influencia hasta el istmo de Tehuantepec, donde fundaron asentamientos como Guiengola.

La ciudad en la documentación escrita

Las primeras referencias a Guiengola provienen tanto de la Relación geográfica de Tehuantepec (1577) como de las crónicas del fraile dominico Francisco de Burgoa (1674). Ambos documentos mencionan la ciudad como el lugar donde los zapotecas vencieron a los mexicas en 1497. Sin embargo, la ausencia de menciones a Guiengola en registros posteriores sugiere que pudo haber sido abandonada antes de la llegada de los españoles en 1521.

Otras fuentes coloniales también han ofrecido pistas sobre la relevancia de Guiengola. Algunos documentos de la época mencionan la importancia estratégica de la región, en la que se realizaban intercambios comerciales. Esto parece apuntar que la ciudad debió desempeñar un papel clave en la política zapoteca antes de su aparente declive.

Vista imaginaria de un arqueólogo explorando una antigua ciudad maya desde una tablet, con un programa de mapeo aerero, el asentamiento destaca en la pantalla.

¿Una fortificación militar?

Durante décadas, la interpretación predominante presentaba a Guiengola como una guarnición militar. Investigaciones arqueológicas previas habían identificado algunas estructuras defensivas, pero también se habían recabado evidencias de la presencia de áreas residenciales y ceremoniales. Ahora, un nuevo proyecto de investigación ratifica la importancia de la ciudad más allá de su función militar.

Un mapeo detallado

Entre 2018 y 2023, el Proyecto Arqueológico de Guiengola utilizó escaneos LiDAR (acrónimo de Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging) para mapear la ciudad. Liderado por Pedro Guillermo Ramón Celis, el equipo combinó los datos proporcionados por los sensores remotos con las prospecciones arqueológicas.

El LiDAR permitió superar con éxito las limitaciones impuestas tanto por la densa vegetación como por la topografía accidentada. Así, se obtuvo un mapa tridimensional de alta resolución de lo que sobrevive de la ciudad original.

Una población urbana de 360 hectáreas

Gracias a esta combinación de técnicas, ahora se sabe que la ciudad se extendió a lo largo de 360 hectáreas. Contaba con un sistema de fortificaciones, una red interna de caminos y un epicentro ceremonial con templos y palacios.

El equipo ha conseguido identificar 1173 estructuras arquitectónicas de distinto tipo: monumental, militar y residencial. Además, el mapeo permitió, igualmente, identificar redes de caminos y terrazas agrícolas desconocidas hasta el momento. Estos hallazgos han abierto nuevas líneas de investigación sobre la organización económica y social de la ciudad.

Una ciudad adaptada a la geografía

El proceso constructivo de la ciudad requirió un alto grado de planificación, ya que se levantaron estructuras adaptadas a la topografía de la zona. Los zapotecas utilizaron materiales locales, como la piedra caliza y el estuco, para erigir tanto los edificios públicos como las residencias privadas.

Además, la organización urbana refleja una jerarquía social definida, con sectores diferenciados para la élite, los sacerdotes y la población común. Se han identificado diversas áreas de cultivo en las cercanías, lo que sugiere una economía basada en la agricultura y el comercio.

El corazón de la urbe

El epicentro de la ciudad cubría unas 22 hectáreas, en las que se emplazaban templos, plazas y las residencias de élite. Se han identificado cinco zonas residenciales, con una alta densidad constructiva en la Zona Residencial Este. Las murallas, además de operar como elemento defensivo, también regulaban el movimiento de la población dentro y fuera de la ciudad.

Por otro lado, la presencia de patios internos en las residencias indica una organización basada en la convivencia familiar extendida, similar a la observada en otros centros zapotecas como Mitla y Monte Albán.

El Palacio del Sur

Las exploraciones arqueológicas han identificado diversas estructuras monumentales dentro de Guiengola. Entre los edificios más destacados se encuentra el complejo del Palacio del Sur, una estructura con múltiples patios y habitaciones que pudo haber funcionado como residencia de la élite gobernante. Este palacio cuenta con accesos restringidos y una distribución jerárquica de espacios, similar a las residencias de alto estatus de otros centros zapotecas como Yagul y Mitla.

Espacios para la vida comunitaria

El sistema de plazas y templos conformaban el epicentro ceremonial de la ciudad. Entre ellos, destaca la Plaza de la Serpiente, que recibe su nombre de un monolito esculpido en forma de serpiente hallado por Edward Seler en el siglo XIX. En las inmediaciones, se encontraron dos juegos de pelota, lo que indica la relevancia de esta práctica en la vida social y ritual de Guiengola.

Significado e importancia del proyecto

El estudio de Guiengola mediante la tecnología LiDAR ha demostrado que se trataba de una ciudad compleja y no solo una fortaleza. Sus similitudes con otros centros urbanos mesoamericanos refuerzan la necesidad de reconsiderar los modelos de urbanismo zapoteca.

La investigación ha permitido también establecer paralelismos con otros asentamientos fortificados de Mesoamérica, lo que contribuye a una comprensión más amplia de las estrategias políticas y militares del Posclásico. Además, la identificación de barrios y su comparación con Tehuantepec en la época colonial permitirá explorar, en futuras investigaciones, la continuidad de las estructuras sociales zapotecas más allá de la Conquista.

Por Erica Couto

Referencias

Ramón Celis, P. G. 2024. "Airborne lidar at Guiengola, Oaxaca: Mapping a Late Postclassic Zapotec city". Ancient Mesoamerica, 35.3: 899-916. doi:10.1017/S0956536124000166

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