Colombo, la capital de Sri Lanka, amaneció hoy lunes bajo medidas estrictas de seguridad que incluyen el toque de queda y el despliegue de más de un millar de efectivos militares en las calles. El terror reina en todas partes, hasta en la portada de los periódicos.
La Policía ha arrestado hasta el momento a trece sospechosos durante una redada por las fuerzas de seguridad en una casa en Colombo.
Los hechos
Varias explosiones simultáneas de las que fueron blanco iglesias y hoteles de lujo sacudieron la capital esrilanquesa, Colombo, durante la jornada de ayer sembrado de terror al país.
Una de las explosiones ha acaecido en la iglesia San Antonio de Colombo, la capital, otra en la iglesia San Sebastián de Negombo, al norte de la capital, y la tercera en una iglesia de Batticaloa, en el este de la isla, mientras que los tres hoteles atacados están en Colombo, explican fuentes locales.
Todas las explosiones se produjeron hacia las 08:45 (hora local), en momentos en que los fieles se encontraban en las iglesias celebrando el Domingo de Resurrección, el día más importante dentro de los ritos de la Semana Santa.
Poco después se registraron la séptima y la octava explosiones, una producida en un hotel situado cerca del Parque Zoológico Nacional de Sri Lanka, en Dehiwela, y la otra en un complejo de viviendas en Dematagoda, un suburbio de Colombo.
Entre los muertos hay 35 extranjeros, conforme a fuentes policiales esrilanquesas. Además, señalan que varios de los heridos se encuentran en estado grave.
Horas después, un nuevo estallido ocurrió en un hotel de Dehiwala, en la periferia sur de Colombo, y causó al menos dos muertos más.
Con este clima de terror que se incrementa con el hecho de que por el momento, ningún grupo ha reivindicado la autoría de las explosiones, generando aún más incertidumbre, si eso es posible.
El primer ministro esrilanqués, Ranil Wickremesinghe, ha condenado enérgicamente tales “ataques cobardes”, y ha asegurado que su Gobierno tomará “medidas inmediatas para contener la situación”.
“Hago un llamamiento a todos los esrilanqueses a que permanezcan unidos y fuertes en este trágico momento”, ha aseverado Wickremesinghe en mensaje difundido en su cuenta en la red social Twitter. Ha convocado, asimismo, una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para abordar la situación.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Mangala Samaraweera, ha lamentado, a su vez, en Twitter que los ataques hayan matado a “numerosos inocentes”, y ha puesto de relieve que el acto deplorable evidenció ser “un intento coordinado para provocar asesinatos, caos y anarquía”.
Sri Lanka, con una población de 21 millones de habitantes, es un país mayoritariamente budista que cuenta con unos 1,2 millones de católicos, cuyas iglesias fueron uno de los blancos elegidos para el accionar terrorista de ayer.
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