En una entrevista publicada este sábado por el diario estadounidense Washington Post, el autoproclamado “presidente interino reconoció que “la oposición hizo mal los cálculos” y atribuyó la causa de su fracaso a que sobrestimó el respaldo que “tenía” dentro de las filas militares.
No obstante, Guaidó fue menos esquivo a la posibilidad de permitir el ingreso de militares estadounidenses a Venezuela para derrocar a Maduro por la fuerza, aunque con el apoyo de uniformados locales.
Al ser consultado sobre qué haría en caso de recibir una oferta por parte del asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, para que Washington intervenga militarmente en Venezuela, Guaidó aseguró que le diría: “Gracias por toda la ayuda que ha brindado a la causa justa aquí. Gracias por la opción, la evaluaremos y probablemente la consideraremos en el parlamento para resolver esta crisis. Si es necesario, tal vez lo aprobemos”.
El diputado, quien además tiene allanada su inmunidad parlamentaria desde el mes pasado, consideró que es una “gran noticia” para Venezuela que Washington no descarte ejecutar una intervención militar en el país suramericano. “Es bueno saber que importantes aliados como los EE.UU. también están evaluando esa opción. Eso nos da una posibilidad”, expresó.
Gracias por toda la ayuda que ha brindado a la causa justa aquí. Gracias por la opción, la evaluaremos y probablemente la consideraremos en el parlamento para resolver esta crisis. Si es necesario, tal vez lo aprobemos”, dijo el opositor Juan Guaidó que sería su respuesta a una oferta de intervención militar de EE.UU. en Venezuela.
Opositores venezolanos difundieron este sábado frente a cuarteles una proclama en la que Guaidó pide a los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cesar su apoyo al presidente Nicolás Maduro, quien llamó a alistarse para un eventual ataque de Estados Unidos.
A diferencia de otras oportunidades, Guaidó no acompañó la manifestación de la oposición de este sábado ni se ha pronunciado sobre la actividad.
Según algunos reportes de otras agencias de noticias, el grupo más numeroso de manifestantes, –que no pasó de un centenar– acudió hasta la residencia presidencial de La Casona, que no está habitada por ningún mandatario desde hace años, y donde fueron contenidos por un grupo de policías con equipos antimotines. Al final de la tarde, los pocos seguidores de la oposición abandonaron la calle.
El hecho sobre el que existe mayor incertidumbre es en el destino de Leopoldo López, quien permanece en calidad de huésped en la embajada de España en Venezuela, luego de haber quebrantado “flagrantemente” su arresto domiciliario.
Mientras tanto, Maduro ha denunciado las conspiraciones del Gobierno estadounidense e hizo un llamado al pueblo venezolano a estar listo si el imperialismo ataca. “Debemos estar listos y prestos para defender este suelo sagrado si el imperio pretende tocar a Venezuela”, ha pedido.
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