De acuerdo con el informe publicado este domingo por la oficina de defensa pública de Israel, los reclusos palestinos son mantenidos en instalaciones “no aptas para la residencia humana” y que a veces se enfrentan a medidas punitivas ilegales, ha informado la página Web Middle East Monitor.
El texto indica que los encarcelados son sometidos a cacheos con desnudo integral sin su consentimiento, en el marco de una medida punitiva o “disuasiva”. Este tratamiento fue observado principalmente en la prisión de Ayalon, en Ramalá (centro de Palestina ocupada).
Además, para castigar a los presos palestinos, les atan a sus camas durante largas horas o incluso días, agrega la nota a la vez que cita el caso de un recluso que, aunque necesitaba atención médica fue atado junto a otros cuatro a sus camas por 38 horas en el centro de detención de Ayalon.
A pesar de que varias organizaciones pro derechos humanos han denunciado los malos tratos en las prisiones israelíes, en especial en el caso de menores de edad, no se ha producido ningún cambio en la política de este régimen y los encarcelados siguen siendo víctimas de torturas.
Además de presionar a los retenidos palestinos, Israel se venga a menudo de ellos atacando a sus familias y destruyendo sus casas, incluidas las de los familiares de mártires, a modo de represión sistemática de los grupos de la Resistencia.
El pasado abril, el servicio israelí de presos (IPS, por sus siglas en inglés) impidió que los abogados visitaran a cinco prisioneros palestinos que estaban en huelga de hambre para protestar por su detención administrativa.
Israel mantiene en sus cárceles a más de 7000 prisioneros palestinos, de los cuales unos 500 están en situación de “detención administrativa”, que permite encarcelar a palestinos sin cargos ni juicio por periodos de hasta seis meses, prorrogables un número de veces ilimitado.
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