“El 10 de junio, Estados Unidos impondrá un arancel del 5 % a todos los bienes que ingresan desde México mientras los inmigrantes ilegales continúen ingresando través de México en nuestro país”, señala este viernes el presidente estadounidense, Donald Trump, a través de Twitter.
El inquilino de la Casa Blanca también advierte de que este gravamen “seguirá aumentando hasta que se resuelva este problema”, si bien, agrega que una vez se frene el cruce de emigrantes indocumentados a través de la frontera con México se eliminará ese arancel.
Este sería el anuncio cuando el mandatario dijo el día anterior a periodistas que “pronto” realizaría una declaración radical sobre la frontera sur.
Hace apenas unas horas, el diario Washington Post había publicado que el Gobierno de Trump amenazaría a México con aranceles por no endurecer las medidas migratorias.
Según publicó el jueves el periódico, algunos asesores de la Casa Blanca están tratando de disuadir al gobernante republicano de que no tome esta medida contra México, porque afectaría a los mercados financieros y pondría en peligro el acuerdo comercial que están a punto de suscribir México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC —una modernización acordada en noviembre del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994—.
El 21 de mayo, Trump criticó a México por no estar haciendo nada por evitar que emigrantes indocumentados lleguen a su frontera sur y advirtió de que pronto tomaría medidas de respuesta.
“La actitud de México es que las personas de otros países, incluyendo personas de México, deberían tener el derecho a pasar libremente a Estados Unidos y que los contribuyentes estadounidenses deberían ser responsables por los enormes costos asociados a esta inmigración ilegal”, precisó el mandatario republicano en aquella ocasión por medio de su cuenta de Twitter.
Antes, en abril, Trump había amenazado con imponer aranceles a los automóviles provenientes de México si el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ayudaba a Washington a lidiar con la inmigración y el contrabando de drogas en la frontera.
La negativa de EE.UU. a recibir inmigrantes se extremó desde la campaña electoral de Trump en 2015, cuando prometió construir “un muro” en la frontera con México de unos 3200 kilómetros. Desde entonces, el inquilino de la Casa Blanca ha dispuesto diversas medidas antinmigrantes. Entre ellas, militarizó la frontera con México y separó a padres de hijos que habían logrado entrar en suelo estadounidense.
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