La iniciativa fue liderada por los alumnos que protagonizaron los dos meses de movilizaciones de carácter nacional a finales de 2018, en reclamo de mayores recursos destinados a las universidades y otras instituciones públicas.
Según los participantes en las protestas, efectuadas en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, el Gobierno no quiere cumplir con las partidas presupuestales de ciencia y tecnología acordadas en la negociación de diciembre pasado.
De su lado, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, dijo que el Gobierno está cumpliendo y que para 2020 el sector tiene asignado un presupuesto de 12 mil millones de dólares, 'el más alto de la historia'.
Algunos movilizados declararon a Prensa Latina que se manifestaron en rechazo de la represión de los antimotines contra las protestas estudiantiles.
La marcha en Bogotá terminó en la céntrica Plaza de Bolívar y transcurrió de forma pacífica la mayor parte del trayecto.
Sin embargo, al final se dieron enfrentamientos entre el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional y encapuchados.
Tras ser dispersada la marcha en medio de la lluvia y de los gases lacrimógenos, Prensa Latina constató que algunos participantes estaban heridos y golpeados.
Que feo oprimir al pueblo para poder comer, fue una de las frases coreada por algunos movilizados.
Las marchas de este jueves siguieron a las que tuvieron lugar recientemente en esta capital contra la corrupción y la violencia policial, las cuales fueron protagonizadas por miles de estudiantes de universidades públicas y privadas.
Uno de los detonantes de la movilización del 27 de septiembre último fueron los hechos violentos que se dieron, 'en el marco de una actividad pacífica realizada por estudiantes' en rechazo a los casos de corrupción en la Universidad Distrital por parte de la administración.
Los participantes denunciaron que, en medio de las intervenciones realizadas por el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional, se vieron afectados defensores de derechos humanos y estudiantes universitarios, dejando así un gran número de heridos y capturados, entre ellos personas de civil que transitaban la zona.
Por ello, miles de universitarios salieron a las calles con carteles en los que podía leerse: Colombia rechaza y repudia la violencia contra sus hijos; y cuando la educación es para unos pocos, no es derecho, es privilegio.
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