En el comunicado, el sector que representa a los empresarios que generan más puestos de trabajo en el país recordaron la gesta soberana en la cual la Argentina enfrentó una flota anglo francesa que pretendía violar nuestra soberanía.
Comunicado del Frente Productivo Nacional
Hoy es el aniversario de la Batalla de la Vuelta de Obligado, librada el 20 de noviembre de 1845 y con él recordamos el episodio de la resistencia popular de la Confederación Argentina, comandada por Juan Manuel de Rosas, frente a una escuadra anglo francesa que pretendía controlar la navegación de los ríos, generando así un auténtico gesto de soberanía.
174 años después de aquel punto de inflexión, vivimos tiempos convulsionados que nos obligan a redimensionar nuestra historia. Ser soberanos en la coyuntura actual requiere, por sobre todas las cosas, ser autónomos. Es decir, no tener condicionamientos a la hora de tomar decisiones, administrar recursos y definir políticas.
Lo que nos dejan 4 años del gobierno de Cambiemos es una Argentina donde tenemos la enorme tarea de reconstruir esa soberanía. No es soberano un país donde la deuda tomada fue a parar a la fuga y a la timba financiera; no es soberano un país en el que los poderes reales atentan contra los gobiernos populares por distintas vías; no es soberano un país que depende de los prestamos en divisa extranjera para salvar el estrangulamiento de su economía, que generaron estos mismos actores.
El sector productivo representa una importante porción de la soberanía de un país, ya que un país sin industria es un país dependiente y no tiene independencia tecnológica ni económica. Por lo tanto, el desarrollo que pudiera generarse será siempre en beneficio de sus acreedores.
La soberanía es, sin dudas, independencia económica. Quienes conformamos el amplio abanico de la producción y el trabajo somos conscientes de que la misma sólo será posible el día que nuestro país logre desarrollar una industria de capital y mano de obra nacional con valor agregado, incorporando ciencia y tecnología que nos permita terminar de una vez por todas con los ciclos de restricción de nuestra economía. Esto se traducirá en la generación de empleo y en una vida digna, la dignidad que solo da el trabajo.
Como todo gobierno de corte neoliberal y oligárquico, Cambiemos ha gobernado siempre con una política de ajuste sobre el pueblo, deuda exorbitante, liquidación de los activos del Estado, fuga de capitales, desempleo, pobreza y exclusión para las grandes mayorías. Sólo una porción muy minoritaria de la sociedad, la que ellos representan, fue beneficiada por su política de dependencia..
En este marco se impone entonces la tarea de repensar nuestra soberanía: ya no en términos formales, sino en términos reales. Y para que sea efectiva deberá indefectiblemente terminar con la exclusión. El tiempo histórico demanda a la política la responsabilidad de generar las condiciones para que cada habitante de nuestro suelo pueda comer y vivir dignamente. Sólo así un país podrá encarar una etapa soberana.
En la coyuntura actual, pensarnos soberanos como Nación no puede ser un hecho aislado, sino que el concepto debe ser aplicado al conjunto de la Patria Grande, nuestra América Latina que hoy sangra nuevamente, con su soberanía amenazada por las corporaciones y el imperialismo. Solidarios y hermanados, debemos caminar juntos para enfrentar los avances de una derecha retrógrada que busca retroceder en el tiempo y entregar nuestras riquezas, como en épocas de opresión y aniquilamiento de nuestros pueblos.
Ser soberanos hoy requiere luchar en distintos frentes: es mucho lo que está en juego y estamos convencidos que a partir del 10 de diciembre, con el gobierno de Alberto Fernández, se abre un tiempo nuevo que nos permitirá volver a sentir que esa soberanía es posible.
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