La información la ha facilitado este lunes el portavoz del Gobierno japonés, Yoshihide Suga, quien ha dicho que la compra de la isla Mageshima (foto) se había decidido tras un acuerdo entre el Ministerio de Defensa nipón y la empresa inmobiliaria dueña de la mayoría del islote.
La medida de Tokio permitirá a Estados Unidos trasladar su centro de entrenamientos aéreos en Iwo Jima, a 1200 kilómetros (750 millas) al sur de Tokio a Mageshima.
De hecho, Washington ha argumentado que Iwo Jima está demasiado lejos de su base militar de la ciudad de Iwakuni, donde están estacionados sus aviones de combate.
Conforme al diario local The Japan Times, Estados Unidos le había pedido a Japón habilitar una ubicación más conveniente y permanente para sus ejercicios militares.
La nueva iniciativa de Tokio surge, mientras la presencia militar del país norteamericano en la región ha desatado rotundas críticas. En concreto, dentro de Japón, la isla de Okinawa es considerada como la base militar más estratégica de EE.UU. en Asia, especialmente por su cercanía al mar de la China Meridional.
Japón depende en gran medida de Estados Unidos en cuestiones de seguridad y se encuentra entre los aliados de este país, a los que el presidente norteamericano, Donald Trump, trata de obligar a que paguen más por la protección que les brinda.
Un informe publicado a mediados de noviembre por la revista local Foreign Policy, citando un número de funcionarios actuales y anteriores de EE.UU., dio a conocer que Trump había pedido a Japón cuadriplicar los pagos anuales para los 54 000 militares estadounidenses estacionados allí. Se estima que la suma ascendería a unos 8000 millones de dólares.
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