De esta manera, Estados Unidos se convirtió ayer miércoles en el primer país en registrar más de cien mil muertes por la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, según el conteo realizado por la Universidad Johns Hopkins.
En concreto, la cifra asciende a 100 047 decesos y es, con creces, la mayor a nivel global, pues prácticamente triplica los más de 37 500 reportados por el Reino Unido, segundo en la aciaga lista.
Mientras tanto, el número de contagios se acerca a los 1,7 millones. También es la más alta del mundo y cuadruplica los cerca de 400 000 reportados por Brasil, nuevo epicentro de la pandemia.
Entretanto, una estimación del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, cuyos modelos son usados como referencia por la Casa Blanca, indicó en su última proyección que la cifra de muertes en EE.UU. a causa del coronavirus llegará a situarse en 147 000 casos para el 4 de agosto.
La gestión de la pandemia de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, ha recibido una ola de críticas tanto dentro como fuera de las fronteras estadounidenses por minimizar la crisis, anteponiendo sus negocios a la salud de la gente.
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