Le ha pedido también que lo investigue, ya que ha vuelto a falsear información para evitar que se conociera previamente su llegada al puerto andaluz. Este barco forma parte de la flota de la compañía Bahri que, con este u otros barcos, se desplaza habitualmente a dicho puerto.
“Hemos denunciado a la Fiscalía ese tráfico, porque creemos que no se atiene ni a la legislación internacional ni a la legislación española”, ha dicho el analista español Carlos Ríos.
Además, ha denunciado la existencia de “connivencia”, “colaboración” y “complicidad absoluta” entre la monarquía española y la saudí en los negocios de venta de armamento. Entre la monarquía española y la saudí existe una complicidad absoluta en el negocio de la venta de armas, opinó.
El pasado 20 de marzo, con España ya bajo estado de alarma, el Bahri Jeddah –otro de los buques de compañía saudí– falseó su sistema de geolocalización para evitar que se conociera con antelación su llegada al puerto andaluz.
Ni entonces ni ahora se conocen los motivos de estas paradas. Tampoco se sabe qué material concreto cargó el Jeddah en marzo y el que carga ahora el Tabuk.
Los activistas, que exigen el fin del envío de armas a Arabia Saudí —responsable de alrededor de doscientas mil muertes en Yemen—, se han topado con el muro de silencio del Gobierno español que, amparándose en la ley franquista de secretos oficiales, mantiene un absoluto hermetismo en torno a las actividades de esos buques.
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