Para resolver el enigma de las serpientes voladoras, los investigadores del Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech) utilizaron cámaras de alta velocidad para registrar los movimientos de estos reptiles. Luego, crearon un modelo por ordenador basado en las imágenes obtenidas.
Al analizar los datos, los autores del estudio se dieron cuenta de que, mientras se deslizan por el aire, estos reptiles contraen sus músculos de tal manera que las ondas horizontales y verticales se mueven a través de ellos, algo que les permite mantener la estabilidad de vuelo y volar durante más tiempo.
“Este trabajo demuestra que la ondulación aérea en las serpientes cumple una función distinta a la ondulación conocida en otros animales”, explicaron los científicos.
Los investigadores están convencidos de que este descubrimiento podría ayudar a diseñar robots voladores capaces de planear.
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