Calles desiertas y tomadas por los militares y la policía; así amanece la Cachemira administrada por la India tras el toque de queda anunciado por el Gobierno indio en la víspera del primer aniversario de la eliminación del estatus especial de la región, objeto de disputa entre la India y Paquistán.
Vehículos policiales con megáfonos patrullan las calles de Srinagar, principal ciudad de la Cachemira india, y ordenan a los residentes que permanezcan en sus casas. La orden cita informes de inteligencia de que los separatistas planean conmemorar el 5 de agosto de 2020 como un día negro.
El toque de queda revive en la memoria de los cachemiríes las fuertes restricciones que el Gobierno indio de Narendra Modi impuso el 5 de agosto de 2019 tras abolir el estatus especial de la única región de mayoría musulmana de La India. Justificó entonces su decisión como necesaria para impulsar el desarrollo de una región con una fuerte presencia de sentimientos separatistas en su población.
En noviembre de ese mismo año, el Gobierno consolidó la supresión de la autonomía y dividió el antiguo estado en dos territorios de la unión, controlados directamente desde Nueva Delhi. Las nuevas autoridades locales aprobaron una ley que permite a personas foráneas de Cachemira adquirir tierras en la región, algo prohibido en el anterior estado, un paso que según analistas busca cambiar la demografía del territorio.
Paquistán se disputa con La India la soberanía de la región desde la partición del subcontinente en 1947, tras la descolonización británica. Por ella han librado tres guerras y numerosos enfrentamientos de menor intensidad.
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