Las obras se descubrieron en 87 refugios rocosos a lo largo de una década en el desierto de la Tierra de Arnhem, una histórica región en el norte de Australia.
El antropólogo Paul Taçon, autor principal del estudio, llevado a cabo por la Universidad Griffith, ha comentado a este respecto que “las figuras humanas se representan con frecuencia junto a animales [especialmente con marsupiales]” para luego exponer que “estas relaciones animal-humano parecen ser fundamentales para el mensaje de los artistas”.
No obstante, según el estudio, las figuras de Maliwawa (nombre indígena del área), en comparación con las representaciones de arte rupestre más antiguas, incluido el estilo conocido como Figuras Dinámicas, están menos enfocadas en los humanos y más en los animales.
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