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¡Consternados!

(25/11/20 - Opinión, *Por Hugo Delgado)-.¿Cómo se escribe la nota que nunca se esperó escribir? ¿Cómo se habla de la muerte de un ser inmortal? ¿Qué palabra nos retrata el dolor de la ausencia de alguien omnipresente?
¡Murió D10S!

Deberemos reconocer que Nietzsche tenía razón. ¡D10S ha muerto!

¿Pero cómo podemos hablar de la muerte de un símbolo?

Porque El Diego era eso. Era el símbolo vivo del milagro pedestre que convertía el agua en vino y nos hacía pensar que era posible repartir los panes.

Era el eterno desafío, con su puño en alto, al poder, al poderoso. Es y será siempre la irreverencia de pedir al Vaticano que venda su oro; de despreciar a los que oprimían a su Pueblo.

¡Diego era así! 

Estuvo siempre con quien tuvo que estar. Con Néstor, con Chávez, Con Cristina, con Fidel, con la Abuelas, con las Madres, con los trabajadores, con los pobres.

¡Nunca se sentó a la mesa de los poderosos a mendigar favores! Podrido en plata, tapado de plata, nunca dejó de ser uno de los nuestros ni cayó en la tentación de donar dos pesos para 'ser solidario'. Siempre fue mucho más.

Cuando en las mesas del Pueblo se discute 'Diego o Messi' no hay comparación posible. Es odioso reclamarle al pobre Messi emparejarse con El Diego. ¡Nunca podrá hacerlo!

El Diego no tuvo fundaciones, no tuvo caridades. El Diego, el Diego del Pueblo fue mucho más allá y reclamó políticas, acciones de gobierno, cambios de sistema, quizás consciente de que ni todos su dinero podía acabar con el hambre si no había un cambio de sistema, un cambio de lógica.

Y allí también cayó Pelé, 'El Rey', quien nunca se cuestionó su papel de cortesano, bajó la injusta competencia con Él, que nunca fue ni quiso ser Rey, porque era D10S y según dice el lumpenaje real que vive a costas de los Pueblos 'ellos son designados por D10S'.

Se fue El Diego, se sembró para siempre y quien ya era bandera trepo al cielo de los Pueblos donde seguramente lo esperaban Fidel, Chávez, El Che, Lumumba, Artigas, Sandino y tantos otros.

El Diego se fue a quedarse para siempre en nuestro corazón. El Rebelde iletrado, el pibe de la villa, el genio que hacía bailar cualquier objeto con sus piernas. 

¡Se fue el Diego!

¡Se nos fue el Diego!

Seguramente arriba ¿dónde más podría estar él? le está enseñando a su Padre como les hizo el gol con la mano a los ingleses y seguramente se está cagando de risa de como les birló con trampa un triunfo a los tramposos más grandes de la historia.

Algunos dirán que por muchas cosas no podrían aceptarlo en el cielo... y sin embargo disiento. ¿es qué acaso Dios podría se atrevería a privarse de ese diez en su equipo?

Si el Diego no fue para ahí... se los aseguro, hoy el cielo está vacío.

Se fue el Diego y nos dejó así, pasmados, consternados, al borde del llanto. Se fue lo más parecido a Superman que tuvimos los argentinos... Pero que digo los argentinos, los pobres de mundo.

*Director de Diario Reporte Sur

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